El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel ordenó a la Policía actuar con severidad contra los acaparadores y revendedores en el país durante la crisis del coronavirus.
Las sanciones también se extenderán a los que desafían las medidas adoptadas para frenar la pandemia y a quienes no cumplan con el aislamiento.
En una reunión con otras autoridades del régimen, Díaz-Canel afirmó que hay revendedores y acaparadores en la calle que "están vendiendo a lo descara´o".
"Hay que aplicarles las medidas que llevan", dijo el gobernante, y aseguró que "nadie está autorizado a vender o revender nada en la calle".
Ordenó a la Policía ver el tema con la Fiscalía; "pero eso es decomisando los productos, quitándole las cosas y poniéndoles la multa que llevan. Y no le permitan a nadie eso", advirtió.
Según el mandatario, en Cuba "lo poquito que tenemos lo estamos tratando de dar, lo que se pueda en las bodegas, y lo otro en las cadenas de tiendas, en los mercados nuestros. Más nadie puede hacer actividad de comercio en este país en este momento", sentenció.
"Ya ahí no hay que explicar nada, ya es actuar y actuar con severidad", reiteró.
Díaz-Canel también llamó a aplicar medidas rigurosas contra todos aquellos que no están respetando las indicaciones de quedarse en casa para frenar el COVID-19, que ha afectado hasta el momento a 1 137 personas en el país.
"Aquí no tiene que haber gente en los parques, ni en las calles, ni gente en ningún lugar. Ya vamos a acabar de actuar contra toda esa gente, y aplicar las multas que llevan", ordenó.
"Primero el tratamiento, y si no entienden, aplicar la medida, porque si no vamos a tener gente en las calles, contaminando, y así es muy difícil terminar la propagación", refirió.
El segundo jefe de la dirección general de la Policía Nacional Revolucionaria, Eddy Sierra, respondió al mandatario que ya se están incrementando las medidas de control en todo el país.
"Aquí se está actuando con mayor severidad, y se irán incrementando las medidas de control para evitar que la gente cometa estos delitos", aseveró.
Desde hace varios días se han reportado varios casos de personas que han sido sancionadas por las autoridades en Cuba por no llevar la mascarilla protectora, conocida como nasobuco o cubrebocas, y recientemente un alto mando de la Policía ratificó que ese tipo de actuación contra los infractores se mantendrá hasta que termine la epidemia.
El sábado, por ejemplo, una cubana madre de dos niños fue multada por las autoridades tras quitarse el nasobuco para tomar un helado.
El locutor cubano Luis Ángel Cruz Gómez, residente en Sancti Spíritus, también se quejó de una multa de cien pesos que le puso la policía por haberse detenido un momento en la calle a consultar su teléfono celular cuando iba camino de la panadería.
La prensa oficialista, por su parte, ha informado sobre detenciones contra presuntos infractores y revendedores, como es el caso de un supuesto operativo policial ejecutado en la provincia de Las Tunas, que resultó en arrestos y decomiso de mercancías.
Los presuntos autores principales de los hechos fueron el chofer de un camión de productos lácteos del municipio tunero de Puerto Padre, y su ayudante, acusados de haber usado el medio de transporte estatal para descargar ilegalmente mercancía agropecuaria en un domicilio particular.
En medio de la crisis del coronavirus, las autoridades de la Isla han acometido otras labores de detección de ilegalidades que, en su mayoría, son motivadas por la falta de recursos y especialmente de alimentos en un país donde el salario promedio ronda los 40 dólares mensuales.
Muchas veces tales “delitos” están condicionados por la incapacidad gubernamental de asegurar las mercancías más elementales a la población, que en medio de la crisis ha tenido que arriesgarse en interminables colas para adquirir alimentos.
Sin embargo, la Policía también ha sido cuestionada por no cumplir las disposiciones sanitarias para intentar frenar la pandemia de coronavirus. Hace una semana, una cubana denunció en redes sociales el incumplimiento de estas medidas y los desmanes cometidos por efectivos policiales en Alamar.
La mujer fue detenida y multada por no usar nasobuco mientras se trasladaba desde su vivienda a la casa de sus abuelos. Desde la estación policial grabó imágenes de los policías sin usar nasobucos ni respetar el obligatorio distanciamiento social.
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