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Un llamado a "sensibilizar, reflexionar y multiplicar la solidaridad con la comunidad LGBTQ+ en Cuba" ha acumulado ya más de 700 firmas desde que fue colgado en la plataforma Change.org, incluidas algunas relevantes personalidades de la cultura cubana.
La carta abierta comenta las recientes declaraciones de la cantante cubana Danay Suárez, que el pasado 13 de junio, en su página oficial de Facebook, replicó un texto que equipara a quienes defienden los derechos de las mujeres y de la comunidad LGBTIQ+ con el supuesto movimiento de defensores de las Personas Atraídas por Menores o MAPs (Minor Attracted Persons, en inglés).
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Días después, Suárez negó que apoyara la pedofilia o que fuera homófoba, pero volvió a referirse a un "nuevo orden mundial" que fomentaría una equívoca "ideología de género" donde "todo vale".
"Lo primero que debemos aclarar -dice el texto- es que la pedofilia es considerada por la Organización Mundial de la Salud como un trastorno psiquiátrico, que se basa en la preferencia predominante o persistente de actividad sexual con niñas o niños o preadolescentes".
"Por otra parte, ni la homosexualidad ni la transexualidad son trastornos psiquiátricos y así quedó establecido por la propia Organización Mundial de la Salud en 1990 y 2018 respectivamente", recuerda la carta pública.
"Lo segundo que debemos aclarar es que no existe, como sostiene el texto citado, un movimiento que actualmente defienda la realización de los deseos, fantasías e impulsos de las MAPs bajo amparo legal y así ha quedado verificado. (...) Por otra parte, el mismo texto aquí refutado incurre en errores conceptuales graves, ya que confunde la sexualidad con las relaciones sexuales, la identidad de género con la sexualidad y presenta la orientación sexual y los feminismos como ideologías", asegura el llamado.
"La homosexualidad es tan sólo una de las orientaciones sexuales que existen, igual de plausible que la heterosexualidad, la bisexualidad o la asexualidad. La orientación sexual pertenece a la vida privada de cada persona y debe respetarse como tal. Ninguna persona adulta debería ser juzgada, despreciada o discriminada por amar a otra persona adulta, ni por querer constituir una familia con ella. Mientras, el abuso sexual infantil es un acto delictivo y no una expresión de amor libre", añade.
El texto de la carta abierta también hace referencia al debate sobre la aprobación del matrimonio igualitario en Cuba.
"La eliminación de la referencia explícita al matrimonio como una unión entre personas, sin otra distinción, en el antiguo artículo 68 del Anteproyecto de Constitución, manifiesta un conservadurismo social del cual hacen parte grupos fundamentalistas religiosos existentes en el país", aseguran los firmantes.
"Es necesario que se reconozca el derecho a unirse legalmente en Cuba, en la modalidad que se prefiera, ya sea matrimonio, unión civil, etcétera, para toda la ciudadanía, y debemos continuar luchando por el reconocimiento de ese derecho en el Código de Familia sin que implique la realización de un referéndum; pues sería una consecuencia lógica del derecho fundamental a la igualdad, que regula la Constitución para todos los ciudadanos", insisten.
El llamado precisa algunas de las preocupaciones expresadas por los cubanos en las redes sociales luego de las escandalosas "reflexiones" de Suárez y de muchos de sus partidarios, la mayoría de fe evangélica.
"Cuba es un estado laico, donde existe la libertad religiosa, lo cual impone una separación entre Estado e iglesia. Las iglesias no pueden pretender incidir de manera alguna en el funcionamiento jurídico de una república, como tampoco que sus creencias regulen los derechos y deberes del Estado y de los ciudadanos. A la ciudadanía cubana le corresponde expresarse a favor de una Cuba en la cual la fe mayor sea la de un país verdaderamente inclusivo", dice la carta.
Hace unos días la Plataforma 11MCuba, del colectivo LGBTI+ independiente, emitió un comunicado en el que pide respeto a los homosexuales y llama a los cristianos a revisar sus creencias literales del Evangelio y su campaña a favor de la "familia original", que llevaron al Gobierno de Cuba a la eliminación del matrimonio igualitario del proyecto de la nueva Constitución.
"Queremos exhortar a todas las figuras públicas, cuya voz tenga un alcance social relevante por el trabajo que realizan, a actuar con responsabilidad a la hora de compartir información en sus redes sociales o espacios públicos. Todas las personas tenemos derecho a opinar, pero no a reproducir mentiras que dañan a otras personas, promueven discursos de odio y reproducen la discriminación de grupos históricamente discriminados y violentados, tales como las mujeres y la comunidad LGBTIQ+", prosigue el texto.
"Expresamos nuestra solidaridad con las personas que han sido víctimas de abuso sexual infantil y han sentido en los recientes días que su dolor ha sido reactivado. La comparación de un abusador sexual con un homosexual, o con una mujer que defiende el derecho al aborto, no solo es absurda sino, sobre todo, inhumana", asegura el llamamiento.
"Como figuras públicas, como artistas, como ciudadanía, deberíamos defender siempre el derecho de todas las personas a ser tratadas por igual, sin importar su orientación sexual, identidad de género, color de la piel, lugar de procedencia, ideología, religión o poder adquisitivo, y esto significa que deberíamos respetar que todas tenemos iguales derechos. Los derechos humanos son universales y no se plebiscitan", declaran los firmantes de la carta.
"Esperamos que nuestro posicionamiento contribuya a sensibilizar, reflexionar y multiplicar la solidaridad para que se cumplan las demandas de la comunidad LGBTIQ+ y de las mujeres que cada día batallan por ganar un lugar justo en el mundo", concluye el texto, que ha sido firmado por numerosas figuras de la cultura cubana, tanto en la isla como en el exilio.
Entre las firmas al pie del texto están las de las cantantes Haydée Milanés y Daymé Arocena; los cineastas Fernando Pérez y Carlos Lechuga; la periodista independiente Mónica Baró Sánchez; los actores Luis Alberto García, Jorge Perugorría y Mario Guerra, y los escritores Legna Rodríguez, Norge Espinosa y Carlos Manuel Álvarez.
También aparecen entre los firmantes los músicos Telmary Díaz, Kelvis Ochoa, Equis Alfonso y Erick Alejandro Rodríguez Iglesias (“Cimafunk”), los directores de teatro Carlos Díaz, Carlos Celdrán y Nelda Castillo, el humorista Ulises Toirac, y las actrices Mariela Brito, Violeta Rodríguez Chaviano y Jacqueline Arenal, así como otros destacados activistas, periodistas y académicos cubanos.
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