El opositor cubano Ramón Arboláez, quien se encuentra varado en México desde 2019, pidió ayuda urgente para atender un cáncer de lengua que le diagnosticaron hace ocho meses y que casi no lo deja hablar ni dormir.
De acuerdo con el activista, lleva cuatro meses sin recibir asistencia médica porque el hospital que le asignaron ahora atiende solo casos de COVID-19, y tiene que calmar sus dolores con diclofenaco o algún analgésico. Para dormir debe tomar algún calmante.
Este hombre, de 45 años, vive en la ciudad de Monterrey, al norte del país, con su esposa y sus dos niños de 6 y 11 años en espera de obtener asilo político en Estados Unidos, cuyas cortes están detenidas por la pandemia del coronavirus.
Aunque desde enero se beneficia del programa de Protección Complementaria que otorga la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (Comar), cuenta que el dinero apenas les alcanza para comer y pagar un cuarto con una cama donde tienen que dormir los cuatro integrantes de su familia.
Su esposa, Yaneisy Santana, no puede trabajar porque no tiene papeles, por lo tanto tampoco pueden comprar medicamentos ni costear una operación para extirparle la lengua y los ganglios a Arboláez y que cuesta 17.000 pesos mexicanos, unos 900 dólares.
La revista mexicana Animal Político explica que, en teoría, México debería garantizar el cuidado del opositor, el de su mujer y el de sus hijas; pero llevan cuatro meses sin que un médico atienda su caso.
"Solo espero que (la ayuda) llegue a tiempo", afirmó a esa publicación Arboláez, natural de Villa Clara.
Su esposa comenta que "está aquí sin atención medica de ningún tipo. Está todos los días sintiéndose mal. No sé en qué estadía está la enfermedad, no le han hecho ninguna prueba. Un médico en Palenque (en la frontera sur de México) le mandó unas pruebas, pero no pudimos pagarlas. Luego le mandaron a Monterrey para que lo atendieran pero al final estaba cerrado".
La familia salió de Cuba el 18 de noviembre de 2016, una semana antes de la muerte de Fidel Castro, cuando el activista de la Coalición Central Opositora y del Foro Antitotalitario Unido (FANTU), liderada por Guillermo Fariñas en Santa Clara, decidió salir hacia Trinidad y Tobago debido a las continuas detenciones de que era objeto por parte de la policía.
Estuvo en esa isla tres años, donde junto a otros ocho cubanos bloquearon la oficina local de la ONU para exigir su reubicación como refugiados en Estados Unidos. Después de esos acontecimientos estuvieron detenidos 10 meses hasta que una jueza de Trinidad y Tobago les otorgó la libertad luego de que Fiscalía no llegara preparada al caso.
En 2019 abandonaron ilegalmente ese país y atravesaron Centroamérica hasta llegar a México, donde estuvo 15 días en Chiapas en los centros de detención del Instituto Nacional de Migración (INM).
Con su salud cada vez más deteriorada, Arboláez ya no sueña con llegar a Estados Unidos sino con que alguien le ayude con el cáncer, dice que solo puede dormir cuando toma algún sedante. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) dijo que lo ayudaría, pero aún no han recibido nada, y sigue necesitando alguien que se haga cargo de sus gastos médicos.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: