El gobierno cubano anunció este miércoles que aprobará en noviembre una política de bienestar animal, pero indicó que se posterga el debate sobre un decreto-ley que tanto reclaman centenares de personas en todo el país.
El director general del Centro Nacional de Sanidad Animal, Yobani Gutiérrez Ravelo, dijo a la Agencia Cubana de Noticias que en noviembre se aprobará "el documento" sobre el "bienestar".
Para el funcionario este sería un concepto más abarcador que el de protección, pues contempla el estado físico y mental en relación con las condiciones en las cuales los animales viven y mueren.
De acuerdo con su testimonio, las políticas públicas "tienen el objetivo de buscarle solución a diversos problemas de la sociedad" y "constituyen el marco conceptual a partir del cual se desarrollan las normas jurídicas en Cuba", apuntó.
Esta declaración indica, sin embargo, que el país seguirá posponiendo la aprobación de una Ley que sancione a quienes abusan de los animales, garantice el cuidado y la protección de los mismos y regule el uso de ellos tanto en zoológicos, como en las ciudades y campos de la isla, donde se utilizan para diversos fines.
El reclamo de los defensores del derecho de los animales en la isla ganó fuerza en noviembre de 2019 cuando varios protestaron contra Zoonosis por la recogida masiva de perros en las calles.
La presión llevó a las autoridades cubanas a dialogar con varios activistas independientes, tras lo cual anunciaron la elaboración de un proyecto de Ley de protección animal, pero a inicios de año, este fue rebajado a un decreto-ley.
Los animalistas cubanos esperaban -según el cronograma legislativo respaldado por el parlamento cubano y publicado en enero en la Gaceta Oficial- que el Consejo de Estado analizara en noviembre próximo la propuesta legislativa.
Esta, en cambio, ahora parece estar subordinada a la aprobación de la nueva iniciativa: el funcionario dijo que primero deberá ser aprobada la nueva política pública, y tras ella se propondrán cambios en el Código Penal.
Gutiérrez Ravelo, no obstante, reconoció que la política de bienestar es un reclamo de asociaciones, productores y personas naturales, quienes exigen un documento que unifique todos los criterios y a la vez cumpla un papel regulador.
La política pública diagnosticará problemáticas como las condiciones en clínicas y consultorios, el maltrato físico tanto de animales de compañía y de trabajo (bovinos, équidos) e incumplimientos en las medidas de bioseguridad.
Dijo que a partir de la aprobación del documento también se reconocerán "violaciones en las normas de traslado de animales y la existencia de enfrentamientos ilícitos entre estos con fines de lucro"; y "se mejorará la recogida de los que viven en las calles".
El texto contempla un mayor control y conciencia sobre la tenencia responsable, la remodelación del sistema educativo en las escuelas y la creación de refugios caninos, expresó.
Señaló que la creación de estos refugios es "una práctica que hasta la fecha no se realiza en el país, pero que deviene en una necesidad y responde al reclamo de la Asociación para la Protección de Animales y Plantas (Aniplant)", pero no mencionó el trabajo de decenas de organizaciones independientes que han creado refugios para la protección de perros y gatos sin apoyo gubernamental.
Tampoco aclaró cómo se sancionarán a los infractores y maltratadores de animales sin la presencia de una Ley.
Tras elogiar el trabajo de Zoonosis, una entidad del Ministerio de Salud que recoge y sacrifica con métodos cuestionables a los animales callejeros, el funcionario dijo que para la elaboración de la nueva política analizaron los planteamientos de la población durante el ejercicio de debate sobre el proyecto de Constitución de la República, así como la opinión de expertos y personas afines a la protección animal.
El pasado año el sitio oficialista Cubadebate afirmaba que ya estaba en consulta un proyecto de Ley de Bienestar Animal para su posible aprobación en Cuba en noviembre de 2020.
Dicho proyecto debía contemplar derechos y deberes de los ciudadanos hacia los animales, así como medidas punitivas para quienes no los cuiden y protejan.
Desde entonces los animalistas se preguntaban "Si el maltrato debe acabar ya, ¿por qué hay que esperar hasta noviembre?".
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