Gretel V. Machado ha estado este lunes en el derribo de lo que queda de su casa, en la calle Corrales 501, entre Indio y San Nicolás, en el barrio de Jesús María, en La Habana Vieja. Emocionada cuenta en este vídeo enviado a CiberCuba que llevaba tiempo llamando la atención del Gobierno porque temía que se le cayera su casa. "Llevo tres años y medio pidiendo ayuda, aclamando ayuda. Es lo único que quiero. Pero no ayudan a nadie porque no les importa nada".
"Esto es culpa de Freddy González y Alexis Acosta, del Gobierno de La Habana Vieja, que nunca me hicieron caso ni les importó nada. No les importó matarnos a cualquiera acá. Reinaldo García Zapata, gobernador de La Habana, sabe mi caso. No he ido a pedir, he ido a implorar, a suplicar ayuda y han hecho lo que han querido. Tengo a mi hijo enfermo", dice en el vídeo al que ha tenido acceso CiberCuba.
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Pero nadie le hizo caso ni atendió a sus reclamos. Finalmente su vivienda se vino abajo este 5 de julio, a las 3:40 pm y Gretel, su esposo y sus dos hijos tuvieron que dormir tres días sobre la escalera que quedó en pie tras el siniestro. Fue entonces cuando CiberCuba se hizo eco de la noticia y las autoridades cubanas trasladaron a la familia al puesto de mando del Gobierno, una especie de centro de riesgos, donde llegan todos los partes de derrumbes que se producen en La Habana. Allí pernoctan hasta hoy en condiciones precarias.
"En el lugar que estoy no es para que estén mis hijos y más con esta pandemia. No me han buscado una vivienda en condiciones porque no les ha dado la gana porque viviendas hay aquí, en la provincia de La Habana, cerca de un hospital, que es lo que he pedido. La gente del Gobierno lo único que ha hecho ha sido maltratarme", añade.
Su última súplica va dedicada a Díaz-Canel: "Si de verdad es cierto que ayuda a las personas, le pido que me ayude. Yo lo único que quiero es justicia y sacar a mis hijos de dónde están. A mí hijo se le está cayendo hasta el pelo".
Gretel sabe que no puede reconstruir su casa porque el arquitecto encargado de dar la autorización se lo ha dicho. CiberCuba ha tenido acceso a la grabación del momento en que ella le pregunta a este funcionario del Estado cuándo pasa por allá (por las oficinas de Vivienda) y él le responde: "¿A qué?"
Esta madre cubana de dos hijos asegura que en la bodega que hay en los bajos de lo que era su casa, siguen almacenados los mandados pese al peligro de derrumbe de todo el inmueble.
Ella, bajo ningún concepto, quiere que la reubiquen en un albergue porque no quiere renunciar a la propiedad de su vivienda en pleno corazón de La Habana Vieja, Patrimonio de la Humanidad.
A finales de 2016 el Gobierno cubano reconoció un déficit de viviendas en la Isla que rondaba los 880 000 inmuebles. Después de eso vinieron el huracán Irma, en 2017, y el tornado que arrasó La Habana en 2019 por lo que previsiblemente ese déficit ha ido a más.
En Cuba hay 122 072 casas con piso de tierra y 9 611 cuarterías, según el balance oficial hecho en mayo pasado por el ministro de la Construcción, René Mesa Villafaña. Sin embargo, las previsiones de rehabilitación son poco ambiciosas. Apenas se repararán este año 413 inmuebles y las nuevas construcciones no alcanzarán la cifra de 60.000 en todo el país.
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