La vacunación masiva en Rusia contra el nuevo coronavirus comenzará dentro de un mes, según dijo a la prensa local el director del Centro de Microbiología y Epidemiología Gamaleya, Alexander Ginzburg.
Gamaleya, con sede en Moscú, es responsable de la primera vacuna contra la COVID-19 registrada en el país euroasiático, bajo el nombre de “Spútnik V”, una forma de homenajear al primer satélite con el que la antigua URSS ganó la partida en la carrera espacial a Estados Unidos, en 1957.
Rusia anunció que el primer lote de “Spútnik V” ya había sido producido. La vacunación comenzaría con los trabajadores sanitarios rusos, tal como habían declarado las autoridades previamente. Ginzburg indicó que, en los próximos siete o diez días, iniciarán los estudios posteriores al registro del preparado por el Ministerio de Sanidad de Rusia, en los que serán inoculados con el producto decenas de miles de personas.
“Por lo visto, el Departamento de Sanidad de Moscú planea incluir en estas decenas de miles de personas a los médicos que trabajan en la 'zona roja' (donde tratan a los pacientes graves con COVID-19). Y esto es completamente acertado”, añadió, según un despacho de la agencia EFE.
La vacunación masiva de la población será de carácter voluntario y “comenzará con algún retraso debido a la que la mayor parte de las vacunas ya producidas se empleará en los estudios”, explicó Ginzburg. “Luego, el resto de destinará a los ciudadanos. El retraso puede ser de dos o tres semanas, quizás un mes”, dijo.
“Spútnik V” ha levantado ciertos recelos dentro de la comunidad científica internacional, ya que muchos expertos y organizaciones consideran que el producto omitió fases para sus pruebas antes de empezarse a aplicar de manera masiva.
Una encuesta a más de 3000 doctores y especialistas de salud rusos, reveló que la mayoría de ellos no se sentirían cómodos si les inyectaran la nueva vacuna aprobada por Rusia contra COVID-19, ante la ausencia de datos suficientes y su aprobación acelerada.
En términos numéricos, la pesquisa indicó que un 52% no está dispuesto a ser vacunado, mientras que el 24,5% indicó que estaría de acuerdo en recibir la vacuna de Gamaleya. Asimismo, solo una quinta parte de los encuestados dijo que recomendaría la vacuna a sus pacientes, colegas o amigos.
Incluso el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que la vacuna es segura y fue administrada a una de sus hijas, la cual solo tuvo reacciones leves. El ministro de Sanidad, Mikhail Murashko, rechazó las preocupaciones de algunos expertos por “carecer de fundamento”.
Por otro lado, Ginzburg espera que los rusos tengan acceso completo a la nueva vacuna contra el nuevo coronavirus en unos 9-12 meses. “Es importante entender cuándo podremos satisfacer la demanda del país. Espero que suceda dentro de 9 a 12 meses”, dijo a la agencia de noticias TASS.
La vacuna se suministraría primero a 10-15 regiones del país, sin embargo, no se ha especificado dónde. Ginzburg agregó que, en aproximadamente un mes, se producirían alrededor de un millón de dosis de vacuna en tres plantas productoras de anticuerpos monoclonales.
“Para fin de año, se producirán entre 1,5 y 2 millones de dosis. Son cifras tangibles y buenas en la escala del país”, dijo. Según el Ministerio de Salud de Rusia, la experiencia muestra que estas vacunas son capaces de desarrollar una inmunidad a largo plazo que dura hasta dos años.
Con 920 719 de casos confirmados, Rusia es el cuarto país en el mundo con más infectados con el nuevo coronavirus. Hasta este domingo, 15 653 personas han perdido la vida a causa de la enfermedad en la nación euroasiática, de acuerdo con los datos de la universidad estadounidense Johns Hopkins.
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