Los comisionados Esteban Bovo y Daniella Levine Cava se disputaron ester martes los primeros peldaños de una concurrida elección por la alcaldía del condado Miami-Dade, que se decidirá en segunda vuelta y dejó como principal sorpresa la derrota de un experimentado político cubanoamericano: Alex Penelas.
Bovo aventajó estrechamente, por el 29.4% (121 027 votos), a Levine Cava, que se llevó el 28.5% (117 334), pero no fue suficiente para ganar en la elección en primera ronda, y habrá que esperar ahora hasta el 3 de noviembre para conocer el nuevo alcalde del condado.
El gran perdedor de la noche fue Penelas, exalcalde de Miami-Dade y favorecido en algunas encuestas, además de ser el candidato que más dinero tuvo para su campaña, con más de $5 millones de dólares en recaudaciones.
La elección por la alcaldía del condado más poblado de Florida fue acaso el mejor espejo de las convulsiones políticas que sacuden al país y de cómo una tradicional contienda no partidista se definió por los atrincheramientos partidistas de ambos ganadores.
Y contra todos los pronósticos en medio de la pandemia, resultó un proceso con amplios niveles de participación de los electores, tanto en el voto por correo y el voto anticipado como en la asistencia a las urnas. En total, 423 320 ciudadanos ejercieron el voto, para un índice de concurrencia del 28,2 %.
Bovo, un cubanoamericano conservador e hijo de un veterano de Bahía de Cochinos, contó con el decisivo respaldo del senador republicano Marco Rubio. Su campaña estuvo matizada por la apelación a la agenda republicana de enfrentar los “peligros del socialismo”, asegurar los fondos para los cuerpos policiales y afincar el conservadurismo como coraza para proteger la nación americana.
Uno de sus estandartes fue el saludo afectuoso a Donald Trump, a pie de escalerilla del avión, durante su última visita a Miami.
“Estoy agradecido de que los republicanos salieron a votar para respaldarme… Seguiremos defendiendo a esta comunidad y vamos a ganar la alcaldía en noviembre”, dijo Bovo, flanqueado por el senador Rubio.
Levine-Cava, en cambio, navegó por aguas opuestas y su historial es de enfrentamiento a Bovo en las sesiones de las comisión condal. Fue promotora de ofrecer días de enfermedad pagados para los contratistas del condado este año, se opuso a extender la autopista 836, propuso un panel de revisión civil de la policía de Miami-Dade tras la muerte de George Floyd y marcó el único voto en contra del American Dream Miami, el mega centro comercial que ya se construye en el noroeste de Miami.
“Estoy orgullosa y honrada de ganar esta primera vuelta y este noviembre también votaremos por los valores que queremos defender”, dijo Levine Cava en un comunicado emitido la noche de este martes. “Creo que mis 40 años de servicio en esta comunidad me dan la experiencia para liderar con resultados, visión y compasión. Y por los próximos dos meses y medio, trabajaré sin descanso para compartir mi visión para un futuro mejor”.
Penelas, que se quedó con un 24.5% del pastel de los votos, fue víctima de la radicalización de sus rivales y equivocó su campaña con un discurso centrista.
“Estoy satisfecho con el trabajo realizado y el mensaje enviado a los votantes”, dijo Penelas al conceder su derrota. “Esto se convirtió en una elección partidista y es muy difícil hacer una campaña desde posturas de centro cuando tienes dos contrincantes en los polos”.
Pero Penelas pronosticó que en una elección presidencial, cuando también los votantes elegirán al alcalde del condado, será difícil arracarle la victoria a la candidata demócrata”.
“Un candidato demócrata debe ganar de calle”, comentó Penelas, considerando la mayoría de votantes del Partido Demócrata inscritos en Miami-Dade. “Aunque gobernar se hará difícil”.
Los demócratas registrados como votantes en Miami-Dade suman más de 600.000 en el condado Miami-Dade, donde solo suman unos 360,000 los votantes republicanos.
Las estadísticas están a la vista. Los candidatos presidenciales republicanos han perdido las siete últimas elecciones desde 1992 ante los candidatos demócratas en los tres condados del sur de la Florida (Miami-Dade, Broward y Palm Beach). En las elecciones de 2016 Trump perdió Miami-Dade por más de 290 000 votos con Hillary Clinton, aunque se agenció la decisiva Florida con el respaldo del voto republicano del norte y centro del estado.
Si Bovo gana la alcaldía extendería la tradición cubanoamericana que existe en la alcaldía de Miami-Dade desde que Penelas fue electo en 1996. Si la trinfadora resulta Levine-Cava, haría historia como la primera alcaldesa de Miami-Dade y la primera titular sin raíces cubanas desde que Steve Clark ocupó el cargo en 1993.
La elección de este martes también dejó en el camino a otro veterano político cubanoamericano: el comisionado de Miami-Dade y ex alcalde de Miami, Xavier Suárez, relegado al cuarto puesto en la carrera junto a Bovo, Levine Cava y Penelas.
Suárez, que está forzado a retirarse tras su segundo término como comisionado condal, aspiró al puesto de alcalde de Miami-Dade como independiente, apuntalado por la popularidad de su hijo, el alcalde de Miami, Francis Suárez. Pero solo logró alcanzar un 10% del electorado (43 762 votos), lo que marca la segunda ocasión que Suárez pierde una carrera por la alcaldía de Miami-Dade.
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