La página de anuncios clasificados Revolico da señales de una gran actividad cambiaria en el mercado negro de divisas en Cuba. Si en julio el valor del cambio en el "mercado informal" era de 1,25 CUC por cada dólar, ahora oscila entre 1,6 y 1,9 CUC por dólar, ya sea entregado en mano o recargado en las tarjetas magnéticas, lo cual supone una devaluación del CUC de aproximadamente un 25% en los últimos dos meses.
Desde la inauguración de las nuevas tiendas en monedas libremente convertibles (MLC) en julio pasado, esta página viene recogiendo los anuncios de particulares cubanos que ofertan dólares a tasas de cambio variables, según las condiciones del mercado.
En tiempos como los actuales, de una carestía y desabastecimiento cada vez mayores, es lógico que este mercado de divisas experimente una mayor actividad, ya que las monedas empiezan a depreciarse en relación con su capacidad adquisitiva.
Como en las referidas tiendas solo se puede pagar a través de las tarjetas magnéticas que ha habilitado el Gobierno en su afán recaudatorio de divisas, en los anuncios clasificados de Revolico se encuentran ofertas de transacciones entre dueños de las tarjetas cargadas en divisa y poseedores de CUC.
Las tarjetas magnéticas se recargan desde el exterior o con billetes de moneda extranjera en Cuba y son utilizadas con fines recaudatorios de divisas, como reconoce el propio Banco Central de Cuba. El principal uso que hace de ellas la población es el de la compra de productos básicos imposibles de encontrar en otras tiendas del país.
La moneda virtual, MLC, creada por el Estado cubano tiene el objetivo de recaudar el máximo posible de divisas en manos de particulares. Además, los bancos cubanos ganan un porciento con cada transacción según el valor de cambio. El Gobierno retiene las divisas fuertes y las convierten en un saldo electrónico de una cuenta que solo funciona en la isla.
El mecanismo ha sido equiparado por algunos como una fórmula nuevamente injusta de recaudación de divisas, parecida a las tiendas del “oro y la plata” de los años 80. El monopolio del Estado sobre la oferta de productos y sobre las vías legales para su adquisición, sumada a la potestad de imprimir billetes a su conveniencia y sin validez legal fuera del territorio, permiten que este manipule los precios, tasas de cambio e intereses a su antojo.
Actualmente, en Revolico.com se ofrecen canjes de 1 euro por 1,60 CUC; o quien vende 3000 dólares a 1,55 CUC. También aparecen anuncios de usuarios con tarjetas recargadas con 100 dólares que se ofrecen a 130 CUC.
En cualquier caso, el ganador último de todo este mercado negro es el Estado. Según la opinión de varios economistas, el Gobierno cubano está robando con una moneda virtual que solo se puede adquirir a cambio de divisas y con la que sólo se puede comprar en las tiendas estatales.
Desde su puesta en funcionamiento, el Estado ha abierto más de 70 tiendas en MLC. En el momento de su apertura fueron muchos los ciudadanos que criticaron que aparecieran en ellas productos de primera necesidad que antes se vendían en CUC y que de pronto “desaparecieron”.
Otros muchos critican los elevados precios de estas tiendas en relación con los costes de los productos (más del 300% en algunos casos) y los salarios de la población. Pero los cubanos no pueden escapar a esta realidad y se ven obligados a comprar para subsistir.
Aunque el gobierno eliminó el gravamen del 10% al dólar estadounidense, varias instituciones como el Observatorio Cubano de Derechos Humanos llaman a vigilar un posible aumento de los precios de los productos en MLC.
Asimismo, otras voces llaman a que no se deshagan de las divisas aquellos que las posean, ya que pronostican una mayor depreciación del CUC. En cuanto a los rumores de una posible unificación de la moneda no hace más que añadir incertidumbre a la situación actual.
Una visita a la web de Revolico ilustra sobre los medios que los cubanos utilizan para sus transacciones en este mercado informal de divisas. Las formas, lugares y cantidades del intercambio se acuerdan por vía telefónica en la mayoría de los casos. Estos métodos de intercambio de dinero no son legales y pueden estar sujetos a penalización.
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