"Original festejo" con "el más sencillo de los lenguajes": eso dice la nota en la que el órgano del Comité Central del Partido Comunista da noticia del concierto de homenaje que ofreciera el dúo Buena Fe por los 55 años de existencia del periódico oficialista.
O en Cuba están faltos de aniversarios redondos, o ya no saben qué celebrar.
Besos y abrazos (con nasobucos), regalitos para las incondicionales reporteras en edad provecta Ada Ferrer y Martha Rojas, prolongados aplausos para el difunto Fidel Castro... Y de cierre, un miniconcierto del dúo que forman Israel Rojas y Yoel González.
Cuando dentro de unos años se haga la historia de la guataconería musical revolucionaria, Buena Fe se llevará una buena cantidad de páginas. Son "los intensitos", gente que apostó convenientemente por convertirse en la banda sonora del oficialismo más rancio, pero disfrazándolo con florecitas y ripios. “Somos de carne y versos", dijeron el año pasado. "Mira que se empeñan en tirarnos a matar. Y nosotros aquí: tercamente vivos”. No sé quiénes les han tirado a matar a Buena Fe, pero desde luego, se merece el peor de los castigos por su mala puntería.
A ver, lean con atención esta crítica musical del Granma:
"Sin dudas, el estilo de estos artistas iluminados de nuestro tiempo, como es costumbre, fue claro, preciso, transparente dinamizador de conciencia. Ese estilo, ya característico, los vuelve favoritos de grandes y chicos, de compatriotas y habitantes de numerosas latitudes. Aplaudimos ese modo suyo de cantar pensando en el futuro que ayudan a realizar no solo con su inventiva musical, sino con sus manos llenas de entrega y porvenir."
Lo que ha quedado claro con este motivito partidista es que hay artistas capaces de cantarle sin complejos al periódico donde se censura y se arremete contra otros músicos cubanos. Pero esos que ahora son declarados vanguardia son los mismos que antes hicieron de "mulas" (al parecer, el dúo aprovechaba sus viajes y compraba televisores para revenderlos en la isla). Después de que Miami les dio la espalda, se llenan la boca para hablar del bloqueo o aseguran que las redes sociales son un "problemón". Lo lamentable no es que sean ridículos (¡"El duende del bache"!) sino que disfrazan su obediencia al oficialismo con pegajosa e incontinente melcocha.
La transformación del discurso musical de la Nueva Trova en el adoctrinamiento cursilón, pueril y pretencioso de Buena Fe es un claro signo de decadencia artística. De las letras del dúo ya se ocupó brillantemente Gilberto Padilla hace unos años, al analizar cosas como "Si tu latir es de hierro con hierro / para quemarme con mil centelladas / Sé que te vas a pasear con mi entierro / cuando te cierras y no entiendes nada”. "Créanme, no se escribía así en español, o en cubano, antes de publicarse “Dame guerra”. No se volvió a escribir igual después", dice Padilla. Inobjetable.
El cierre de la noche fue una noticia que Israel & Yoel soltaron con premeditación y alevosía, para dejarnos a todos temblando: su próximo disco será con canciones de Silvio Rodríguez.
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