Un derrumbe de un edificio multifamiliar ocurrió en la madrugada de este miércoles en el municipio Centro Habana, sin que se reportara ningún herido o fallecido, de acuerdo con publicaciones en redes sociales.
El inmueble se encontraba en las calles Lucena y San Rafael. Algunos de los vecinos se despertaron por el ruido de la estructura al sucumbir, lo cual les dio tiempo para avisar a los demás del peligro que los amenazaba.
“Parte del derrumbe cayó en un taller de automóviles y aplastó tres. En uno dormía un hombre, pero se salvó porque él estaba en la parte de atrás y se hundió solo la parte de adelante”, describe una usuaria en Facebook.
“El edificio, con más de veinte viviendas, está desalojado y los vecinos, en la calle. La edificación no tenía ningún problema aparente. La fachada quedó en pie”, agrega.
Otras publicaciones en redes sociales también se hacen eco del incidente, al tiempo que responsabilizan a la pasividad e inactividad de las autoridades cubanas para prevenir hechos similares.
Hace menos de un mes, una mujer falleció bajo los escombros de su vivienda por un derrumbe ocurrido de noche en un edificio multifamiliar en el municipio Habana Vieja, ubicado en la calle Cuba entre Luz y Acosta.
La edificación estaba en muy malas condiciones constructivas y las lluvias que arreciaron por esas fechas terminaron de dañarla al punto que colapsó con algunos de sus residentes dentro. De acuerdo con la prensa oficialista, en el inmueble radicaban 36 núcleos familiares, de los cuales 24 ya habían sido reubicados.
En el momento del desplome de parte de la edificación permanecían 12 familias, pero el derrumbe destruyó 4 viviendas. Resultaron heridos 2 adultos cuyas lesiones no representaron peligro para la vida, aunque se mantuvieron hospitalizados.
Otro edificio, ubicado en la calle Habana entre Luz y Acosta, se desplomó en agosto pasado debido al deterioro constructivo y la falta de mantenimiento, un mal común entre las construcciones del país.
A comienzos de año, se conoció de un derrumbe en las calles Revillagigedo y Vives, en el barrio de Jesús María, en La Habana Vieja. El hecho conmocionó a los cubanos dentro y fuera de la Isla porque provocó la muerte de tres niñas, de entre 10 y 11 años de edad.
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