Estados Unidos ha impuesto nuevos requisitos para los solicitantes de asilo en el país. El gobierno del presidente Donald Trump anunció este martes que quienes tengan condenas por conducir en estado de ebriedad o por delitos relacionados con pandillas no podrán obtener el refugio.
La normativa, que entrará en vigor el 20 de noviembre, incluye otra serie de delitos que podrían anular el trámite. Entre ellos: violencia doméstica, ya sea grave o menor, agresión, reingreso ilegal al país, robo de identidad, fraude de prestaciones públicas y tráfico de inmigrantes.
La negación de asilo ya estaba asociada en el pasado con personas que cometieran “delitos particularmente graves”. Pero las nuevas condiciones son mucho más estrictas.
La medida forma parte de la política restrictiva contra inmigrantes que la administración Trump ha venido reforzando a lo largo de cuatro años, y que tuvo unos de sus puntos más radicales cuando el pasado mes de marzo declaró que aquellos que habían entrado ilegal al país serían expulsados inmediatamente sin protección legal, argumentando razones de seguridad nacional y de salud pública.
El asilo político fue diseñado para individuos persecución en su país de origen debido a su raza, nacionalidad, filiación política, religión o grupo social. No incluye a aquellos que emigran por motivos económicos.
El presidente se ha referido peyorativamente al asilo y ha recibido las críticas de un sector amplio de la sociedad. Hace unos meses, también detuvo los procesos de emigración regulares de modo temporal y redujo el personal del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS según sus siglas en inglés) y lanzo un tweet donde aseguraba que ningún ciudadano norteamericano perdería el trabajo a manos de un emigrante.
La directora del Centro de Justicia Nacional del Inmigrante, Heidi Altman, señaló que: “El gobierno está demostrando una crueldad innecesaria al establecer estos nuevos límites en un sistema de asilo que ya fue diezmado desde que Trump llegó a la presidencia”. económicos.
En julio, ya había entrado en vigor una regla que descalifica a los solicitantes de asilo en caso de venir de un país con abundantes enfermedades infecciosas.
Para muchos es una medida drástica que conducir ebrio sea considerada una ofensa tan seria como para para merecer el rechazo inmediato de la solicitud de asilo. El dictamen publicado este miércoles en el Registro Federal, diario oficia firmado por el secretario de Justicia William Barr, critica que la capacidad para definir crímenes asociados con pandillas era demasiado ambigua y propensa a errores. El gobierno hizo caso omiso de esas críticas.
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