Este lunes comenzará en La Habana y Ciego de Ávila la venta de uniformes escolares correspondiente al curso 2020-2021 para los estudiantes de preescolar, quinto y séptimo grados.
Estas dos provincias fueron las únicas de toda Cuba donde no inició la venta de esas prendas de vestir el pasado 5 de octubre debido a la situación epidemiológica provocada por el nuevo coronavirus.
El Ministerio del Comercio Interior dispuso un grupo de indicaciones para la comercialización de los uniformes en esos territorios.
Entre ellas está que el documento que se debe presentar para la compra será entregado en las escuelas y se decidió ampliar la red de tiendas así como el personal encargado de la venta, según una nota del MINCIN.
La cantidad de uniformes que se comercializarán en La Habana a partir de este lunes dependen del grado del estudiante:
- Preescolar: Para hembras y varones dos prendas superiores y dos inferiores.
- Quinto grado: Para hembras dos prendas superiores y dos inferiores; para varones dos prendas superiores y una inferior.
- Séptimo grado: Para hembras y varones dos prendas superiores y dos inferiores.
Las autoridades de Ciego de Ávila especificaron que en el caso de la cabecera provincial no comenzará con la venta, debido a la tasa de transmisión de la enfermedad que se mantiene elevada.
Para las enseñanzas media superior y técnico-profesional los uniformes se venderán cuando reinicie el curso 2019-2020 y se otorguen las carreras para la continuidad de estudios, explicó Geraldo A. Estabilez Sánchez, subdirector comercial del Grupo Empresarial de Comercio en Ciego de Ávila.
En casi todo el país comenzó la venta de uniformes el pasado 5 de octubre, luego que el gobierno decretara el regreso a la nueva normalidad y que muchas provincias cubanas llevaran varios días sin reportar nuevos casos de coronavirus.
Tras el anuncio, volvió a ser titular la falta de previsión por parte de las autoridades del MINCIN a la hora de vender los uniformes escolares con tallas que no corresponden a la de los estudiantes como el caso de una niña de solo 5 años cuya madre contó que tuvo que buscar con urgencia una costurera que le arreglara las prendas escolares.
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