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Un juez federal en Pensilvania desestimó este sábado una demanda de la campaña de Trump que afirmaba que había irregularidades generalizadas con las boletas por correo en ese estado, poniendo fin al último gran esfuerzo del equipo legal del presidente saliente para retrasar la certificación de los resultados de la votación presidencial.
El juez Matthew W. Brann escribió en su sentencia que la campaña del presidente Trump, que le había pedido que privara del derecho al voto a casi siete millones de votantes, debería haber llegado a la corte "armada con argumentos legales convincentes y pruebas fácticas de corrupción desenfrenada" en sus esfuerzos por anular los resultados de la elección en Pensilvania.
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En cambio, se quejó el juez, la campaña de Trump solo proporcionó "argumentos legales sin mérito y acusaciones especulativas" que no estaban "respaldadas por pruebas".
Después de derrotas legales en Michigan, Georgia, Nevada, Arizona y Wisconsin, el esfuerzo de Trump para anular los resultados de las elecciones a través de los tribunales parece haber encallado.
Cada vez son más numerosos los llamados, incluso de varios senadores republicanos, para que Trump acepte el resultado de las elecciones y facilite el proceso de transición presidencial.
La demanda de Pensilvania, presentada el 9 de noviembre, acusaba a su secretaria del Estado, Kathy Boockvar, y a varios condados con poblaciones mayoritariamente demócratas de manejar de manera injusta las boletas electorales por correo, que se utilizaron en cantidades sin precedentes durante las elecciones de este año.
La demanda afirmaba que, bajo la dirección de la Sra. Boockvar, los condados demócratas habían dado a los votantes por correo la oportunidad de arreglar boletas defectuosas, mientras que los condados con poblaciones mayoritariamente republicanas no alertaron a los votantes sobre éstas.
Eso, según los abogados de Trump, violaba la cláusula de igual protección de la Constitución de Estados Unidos.
El juez Brann, un exfuncionario del Partido Republicano de Pensilvania y miembro de la conservadora Sociedad Federalista, rechazó este argumento, comparándolo con el monstruo de Frankenstein, que, señaló, había sido "cosido al azar".
“Que algunos condados hayan optado por implementar” las sugerencias de la Sra. Boockvar pero otros no, “no constituye una violación de la igual protección” constitucional, escribió el juez Brann.
La desestimación de la demanda solo dos días antes de la fecha programada para que Pensilvania certifique su voto y adjudique sus 20 electores a Biden fue otra más de las 30 batallas legales que la campaña de Trump y otros demandantes republicanos han perdido en los últimos días.
En una conferencia de prensa este jueves que mezcló declaraciones engañosas y teorías de conspiración sin fundamento, Rudolph W. Giuliani, el abogado personal de Trump, prometió nuevas demandas que atacan la integridad de las elecciones y prueban un "fraude masivo".
Aunque Giuliani comenzó su presentación en la audiencia judicial acusando al Partido Demócrata de cometer "fraude a nivel nacional" en Pensilvania y al menos otros nueve estados, bajo interrogatorio del juez Brann, rápidamente dio marcha atrás y reconoció que no estaba haciendo tales afirmaciones en este caso.
“Este no es un caso de fraude”, dijo.
En su escrito de 37 páginas, el juez Brann desmanteló sistemáticamente los argumentos de la campaña de Trump y los presentados por los otros dos demandantes de la demanda, votantes republicanos que afirmaron que no se habían contado sus boletas por correo.
La campaña de Trump ha anunciado que recurrirá esta sentencia ante el Tercer Circuito de la Corte de Apelaciones, el último paso previo al Tribunal Supremo.
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