Mientras ya han quedado libres la mayoría de los activistas desalojados esta madrugada con violencia del local que ocupaban en Damas 955, sede del Movimiento San Isidro, las fuerzas represivas del régimen mantienen todavía en paradero desconocido a Luis Manuel Otero y han vuelto a arrestar a la curadora Anamely Ramos luego que esta se negara a entrar en su domicilio.
Poco antes de ser arrestada, en una "directa" transmitida por una de las cuentas de Facebook del grupo, Anamely contó que la policía política tenía a Otero dando vueltas en una patrulla y se negaba a llevarlo a su domicilio, tal como él pedía. Ramos también se quejó de tener todas sus cosas en el local de Damas 955 y se quedó en la puerta de su casa, hasta que fue nuevamente arrestada por agentes del régimen.
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El arresto quedó registrado en video.
El resto de los activistas detenidos la noche del jueves, incluido el periodista y escritor Carlos Manuel Álvarez, que llegó días antes para cubrir la huelga de sus amigos, han sido liberados.
En un principio, Otero también fue dejado en casa de la poeta y activista Katherine Bisquet. Pero al insistir en regresar a su casa, que se mantiene cercada por la Seguridad del Estado, lo montaron nuevamente en un vehículo policial.
El allanamiento de la sede de San Isidro fue reportado esta madrugada por la reportera de CiberCuba, Iliana Hernández, que permanecía con los huelguistas y se había sumado al ayuno. Hernández contó que efectivos policiales rompieron la puerta de la casa de Damas 955, y los sacaron a la fuerza. "Todos eran militares, ahí no había médicos", dijo.
"Lo único que han hecho es demostrarle al mundo que son una dictadura. Cada vez lo hacen peor", subrayó.
"Esto continúa, esto va a continuar hasta que liberen a Denis. Vamos a seguir luchando por la libertad de Cuba", aseguró la reportera.
Momentos antes del allanamiento violento, tres supuestos doctores se habían presentado en la sede del MSI con el pretexto de llevarse a Carlos Manuel, quien llegó de Estados Unidos el martes último y, desde entonces, se acuarteló con los huelguistas de San Isidro.
Los sujetos, que no accedieron a identificarse cuando los huelguistas lo requirieron, insistieron en que Álvarez debía acompañarlos porque la prueba PCR que le realizaron al llegar a La Habana había dado "alterada". Ante la negativa de los presentes de que el periodista saliera del lugar, uno de ellos advirtió que, en ese caso, tendrían que denunciarlo.
Minutos después, en un video grabado por los activistas desde San Isidro, se ve a los tres presuntos médicos reunidos en una de las esquinas de la cuadra con los efectivos de la Seguridad del Estado que sitiaban el lugar. Poco después se perdió toda comunicación con los huelguistas.
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