El Movimiento San Isidro nació en septiembre de 2018 como respuesta directa al gubernamental Decreto 349, que amenazó con penalizar la libertad de creación artística y de expresión en Cuba. Tras la publicación del Decreto, un grupo de artistas y activistas se unieron en un conjunto de acciones para “promover, proteger y defender la plena libertad de expresión, asociación, creación y difusión del arte y la cultura en Cuba, empoderando a la sociedad hacia un futuro con valores democráticos”. Con tal voluntad nació el Movimiento de San Isidro, que tomó su nombre del barrio habanero, pobre y marginalizado, donde tiene su sede.
El Movimiento se ha comprometido desde entonces con la lucha por la legalización de espacios autónomos para el arte y por la libertad de expresión en todas sus variantes; ello a pesar de la constante criminalización del grupo, y de los frecuentes arrestos y atropellos sufridos por sus miembros, entre los que destacan de forma particular Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel “Osorbo” Castillo.
Con poco más de dos años de vida, el Movimiento San Isidro ha puesto en jaque en varias oportunidades al gobierno cubano, que ha ejercido la represión de forma sistemática para abortar sus iniciativas, entre ellas una performance protesta frente al Capitolio de La Habana, sede del poder legislativo, que se convirtió en el primer acto público de envergadura del grupo. Tras presiones en diferentes instancias, el gobierno cubano, a través del Ministerio de Cultura, declaró públicamente que haría una pausa a la puesta en marcha del Decreto 349. Lo que se consideró en buena medida una victoria para los miembros del grupo.
Desde entonces, los miembros del Movimiento San Isidro -grupo de estructura abierta y flexible- han sido agentes activos en la lucha por un cambio en la sociedad cubana, con el apoyo a artistas que sufren las consecuencias directas de la represión del régimen, y a otros sectores representativos de la sociedad civil independiente en Cuba. Su más reciente acción ha sido una huelga de hambre para exigir la liberación de Denis Solís, rapero que ha sido acusado a 8 meses de cárcel por presunto desacato a las autoridades.