Régimen cubano intenta vincular a Movimiento San Isidro con acciones violentas y subversivas

Altos funcionarios del gobierno cubano afirmaron que los huelguistas del Movimiento San Isidro son un producto de la actividad subversiva de la administración estadounidense en la isla, pero no aportaron pruebas que demuestren sus acusaciones.


Este artículo es de hace 4 años

El gobierno cubano acusó este lunes a Estados Unidos de injerencia en los asuntos internos del país y afirmó que los huelguistas del Movimiento San Isidro son un producto de la actividad subversiva de la administración estadounidense en Cuba, vinculándolos incluso con incitaciones a realizar acciones terroristas.

La emisión nocturna del Noticiero Nacional de la Televisión entrevistó al director general para EE.UU. del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Carlos Fernández de Cossío, en otro intento del régimen por relacionar a los manifestantes de San Isidro con acciones violentas y subversivas, pero sin aportar pruebas que demuestren sus acusaciones.


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Durante más de una semana, el grupo de activistas permaneció plantado, y varios de ellos en huelga de hambre y de sed, en la sede del movimiento artístico y pro derechos humanos, en la calle Damas 955, La Habana Vieja, de donde fueron desalojados a la fuerza y arrestados en su totalidad el jueves último.

El reporte del oficialista NTV inició con una alusión a la conferencia de prensa del canciller Bruno Rodríguez Parrilla este lunes, quien dijo que el gobierno cubano no tolerará la injerencia "flagrante e inaceptable" de EE.UU. en sus asuntos internos.

Rodríguez Parrilla se refería a las visitas realizadas por el encargado de negocios de la Embajada en La Habana, Timothy Zúñiga-Brown, a los manifestantes de San Isidro, quienes se declararon en huelga de hambre tras la condena a ocho meses de prisión del activista Denis Solís.

Al respecto, Fernández de Cossío acusó a Zúñiga-Brown de inmiscuirse en cuestiones internas del país y se refirió a una reciente reunión a la que convocó al funcionario para "recordarle" que los diplomáticos estadounidenses "deben comportarse conforme a las reglas que rigen a los diplomáticos de todos los países hacia donde van".

La noticiero respaldó las denuncias del funcionario cubano con imágenes de video que muestran al encargado de negocios estadounidense cuando intentaba llegar a la vivienda donde reside el activista y rapero Maykel Osorbo Castillo, para preocuparse por su estado de salud, muy débil por los efectos de la huelga de hambre que inició el pasado 18 de noviembre.

El director para EE.UU. del MINREX alegó que el hecho de que el diplomático estadounidense condujera en su auto hasta la casa de Osorbo a los activistas Anamely Ramos y Héctor Luis Valdés Cocho era una violación y una intromisión en los asuntos internos.

También acusó al periodista Carlos Manuel Álvarez, quien llegó el martes pasado de Estados Unidos, de violar los protocolos sanitarios contra el coronavirus al ingreso al país y afirmó que "se dirigió directamente a San Isidro" y "expuso a infección potencial a todo el grupo". Sin embargo, mintió cuando dijo que por esta razón los huelguistas tuvieron que ser trasladados a sus respectivos lugares de residencia.

Fernández de Cossío intentó así ocultar que, en realidad, durante el violento desalojo de la sede del MSI en La Habana Vieja, los manifestantes fueron arrestados por la policía política, que los mantuvo hacinados en camiones y los liberó horas después. No así Luis Manuel Otero Alcántara, a quien la policía retuvo y no permitió que retornase a su casa -donde radica la sede del movimiento-, para luego hospitalizarlo en contra de su voluntad.

De acuerdo con el funcionario cubano, el encargado de negocios estadounidense no acudió al barrio San Isidro para auxiliar ni ayudar a los activistas, que -según él- "no eran objeto de maltrato, no eran objeto de peligro ni eran objeto de amenaza alguna", a pesar de que desde su liberación todos han estado en sus respectivas viviendas bajo la férrea vigilancia y el acoso permanente de la policía y la Seguridad del Estado.

Aseguró que el motivo de Zúñiga-Brown era "brindarles orientaciones" a los activistas, sobre los cuales dijo son "un producto de la actividad subversiva de EE.UU. en Cuba", y los acusó de estar "desafiando la autoridad en Cuba y la tranquilidad política en el país".

El NTV respaldó las acusaciones del alto funcionario castrista con imágenes publicadas de la visita que realizara la anterior encargada de negocios de EE.UU., Mara Tekach, a la finca de Omara Ruiz Urquiola, una de las manifestantes de San Isidro, y su hermano Ariel, en el Valle de Viñales.

Según el periodista, otra prueba de los vínculos del grupo con Estados Unidos fue una reunión que sostuvo Otero Alcántara con Tekach, encuentro registrado en un video que reprodujo, el cual evidentemente es el resultado de la vigilancia que ha mantenido la Seguridad del Estado sobre el artista independiente.

Acto seguido, para demostrar que "hay dinero detrás de estos actos", el entrevistador muestra posts de redes sociales que incitan a cometer acciones terroristas contra patrullas y camiones de la policía, y las tiendas en divisas en Cuba, a cambio de fuertes sumas en dólares. Sin embargo, ninguna de las publicaciones citadas, hechas supuestamente desde Estados Unidos, evidencia que exista algún vínculo de los huelguistas de San Isidro con acciones violentas ni subversivas.

Acerca de las imágenes, Fernández de Cossío aseguró que las autoridades de Estados Unidos conocen que hay individuos en ese país que están orientando y ofreciendo pagos para que se comentan actos violentos y terroristas en Cuba.

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