Alejandro Gil, vicepresidente y ministro de Economía en Cuba, fue el encargado de dar la cara en la Televisión Nacional ante el revuelo despertado por el Movimiento San Isidro pidiendo, entre otras exigencias, el cierre de las tiendas en MLC.
El ministro comenzó su intervención en la Mesa Redonda la pasada semana argumentando que el gobierno podía haber programado apagones, quitado productos de la libreta para venderlos en CUC, subido los precios de las tiendas estatales o cobrado los gastos de la Covid-19, pero como había que “proteger a la población... no íbamos a responder con medidas neoliberales ni de choque”: la alternativa fue vender en MLC.
El problema es que en Cuba solo tienen MLC los que reciben remesas, ¿centrar las ventas en ese sector no es tan de choque como los apagones o subir precios? Además, apagones hay y los precios están por las nubes y siguen en ascenso.
Según el informe de la ONEI de 2016, solo el 32% de los cubanos reciben remesas, ¿la alternativa para los otros será mirar desde el exterior de las vidrieras?, dice el ministro que no. “Decidimos ofertar en MLC para con esas divisas reaprovisionar los mercados” en CUC y CUP. Quizás no haya visto como están los mercados en CUC y CUP, ¡vacíos! Estanterías repletas de pomos de agua.
Pero contraataca el ministro y pregunta desafiante “¿De dónde sale el dinero para duplicar la venta de pollo? De la divisa que estamos captando”, ¿duplicar? Es fácil duplicar los niveles de pollo que vendieron el trimestre anterior ¡en el que no hubo casi pollo!, pero y lo demás, no hay carne de cerdo, no hay huevos liberados, los paquetes de perritos los dan contados al igual que el picadillo, no hable de duplicar pollo, diga cuál es la oferta total de proteína y veamos si ha crecido o bajado… trampas no señor ministro.
“¿Qué nos hubiéramos hecho sin esas divisas? ¿Qué nivel de oferta le pudiéramos dar a nuestra población?, con las divisas que se obtienen en las tiendas en MLC se reabastece el resto de la economía” ¿es ese el socialismo cubano?, ¿un gobierno lloriqueando en la televisión que no tiene más nada de lo que vivir que de los dólares del capitalismo? ¿Miles de ahogados en el estrecho de la Florida escapando del comunismo, para que Cuba termine siendo más dependiente que nunca del imperio brutal?
Pero las divisas no vienen solas compañero Gil, lo correcto, lo honesto, sería que hubiese dicho: ¿Qué nos hubiéramos hecho sin todos esos cubanos que abandonaron la revolución? ¿Qué íbamos a ofertar si no se hubiesen ido? Patetismo y esperpento, eso es la Revolución Cubana.
En un arrebato de sinceridad confiesa Alejandro: “¿En qué situación estuviéramos si no existieran las tiendas en MLC? ¿Cómo hubiéramos mantenido un nivel, aunque sea mínimo, de oferta en las tiendas en moneda nacional, y financiar la electricidad, los medicamentos y gastarnos más de 100 millones de dólares en el combate a la COVID-19?”. Esa frase deja más desnudo al régimen de lo que se desnudó Luis Manuel Otero Alcántara en las imágenes con las que el NTV pretende desprestigiarlo.
Continuó el ministro preguntándose “¿Cuántos PCR hacemos? ¿Cuánto cuestan? ¿Y a qué cubano se le cobra?”, se les cobra a todos, a los que trabajan en el capitalismo para enviar las divisas, a los que viven en Cuba extrañando a sus hijos, esposos, padres, hermanos que tuvieron que irse a trabajar en el capitalismo, a los que viven miserablemente en cualquier barrio o batey de Cuba. Se lo cobran a todos.
¿Y que llevó al país a esta situación? Pues eso lo recalcó el ministro Gil varias veces, “el bloqueo y la pandemia”, ni una referencia a causas internas, ni una palabrita de los problemas estructurales de la economía cubana, de la falta de libertad empresarial, del monopolio estatal en comercio, comunicaciones, industria, exportaciones, de las limitaciones para el trabajo autónomo, de la falta de capitalización en bienes de producción, de la obsolescencia tecnológica, ni de los impedimentos a la inversión extranjera. Los culpables son, para el Gobierno, Donald Trump y el virus.
En una frase el señor ministro lo resumió todo: “Esta es una medida para salvar lo que tenemos”, y es exacto, esta es una medida para que ellos salven lo que ellos tienen. ¿Cómo nos salvaremos nosotros?
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