El periodista y escritor cubano Carlos Manuel Álvarez se mantiene en paradero desconocido, luego de que la Seguridad del Estado lo detuviera este lunes cuando iba de camino a casa de su madre en la ciudad de Cárdenas, provincia de Matanzas.
Más de tres horas han transcurrido desde que se produjera la detención que acometió un oficial del Ministerio del Interior, vestido de civil, y fue grabada con una cámara por la Seguridad del Estado en horas de la tarde. Sin embargo, todavía la familia no tiene noticias suyas.
El arresto incluso ocurrió frente a sus familiares. El padre de Álvarez pidió explicaciones al oficial de cuál era la causa judicial para detenerlo y advirtió que acudiría a los tribunales para denunciar lo ocurrido.
“Ustedes no pueden tenerlo bajo arresto domiciliario”, dijo, aunque el oficial negó que se tratara de un arresto de ese tipo. El periodista había permanecido 17 días encerrado en casa de su abuela paterna en Cárdenas, sin causa legal alguna, desde que llegara a esa ciudad procedente de La Habana. Este lunes había decidido visitar a su madre.
Álvarez fue uno de los acuartelados junto a los huelguistas del Movimiento San Isidro, en La Habana, hasta que un operativo desalojó forzadamente a todos de la vivienda donde se manifestaban para pedir la libertad del rapero contestatario Denis Solís.
El operativo policial del pasado 26 de noviembre fue justificado porque presuntamente el escritor había violado las regulaciones sanitarias por la pandemia del coronavirus al dirigirse a la sede del MSI, sin conocer los resultados de su primer PCR en el aeropuerto de La Habana. Luego, fue sometido a una segunda prueba, que dio negativo.
En la capital, permaneció cercado por la policía, pero le permitieron trasladarse a Cárdenas, donde vive su familia. Allí se ha mantenido también constantemente vigilado.
“Usted quiere que no salga de la casa. Tengo derecho a hacerlo”, sostuvo el periodista este lunes, cuando el oficial intentaba hacerlo volver al domicilio de la abuela paterna, bajo el pretexto de la crisis sanitaria por el coronavirus.
Pero Álvarez se negó a volver a la casa. “Vas a tener que llevarme preso, las palabras como son, porque yo no voy a entrar”, dijo. “Voy a ejercer mi libertad individual como ciudadano cubano que soy. Si usted no me da permiso, me llevan a un calabozo”, expresó.
“Tengo libertad de movimiento, derecho de expresión, derechos reconocidos en la Constitución de este país. Quién es usted para decirme dónde tengo que ponerme. Usted no es nadie. No tiene argumentos”, dijo Álvarez al oficial.
“Esto es una locura, no tiene ningún sentido”, dijo el padre. “Es que ni lo han pensado bien, si lo piensan bien, esto tiene un costo político muy alto. A partir de mañana voy a ir a los tribunales a denunciarlo”, advirtió el padre.
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