BUENOS AIRES, 16 dic (Reuters) - El cadáver de Diego Maradona deberá ser conservado ante un pedido de prueba de ADN de una supuesta hija del ícono del fútbol mundial fallecido a fin de noviembre, dijo el miércoles la Justicia argentina en una resolución.
Cinco hijos reconocidos y seis con pedido de filiación forman parte de un complejo proceso por la herencia millonaria e incalculable de Maradona.
Magalí Gil, de 25 años, dijo que se enteró dos años atrás de que el exfutbolista era su padre biológico, por lo cual inició un pedido ante la Justicia para "conocer su identidad", de acuerdo a un comunicado realizado días atrás a través de su cuenta de Instagram.
"Ante el fallecimiento del Sr. Maradona (...), la Sra. Gil solicita que se realice en autos el estudio de histocompatibilidad como prueba anticipada y que a tal efecto la Fiscalía actuante remita la muestra de ADN obtenida del aquí accionado", dijo la resolución del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil Nº 56.
La resolución indicó a la fiscalía en la cual se inició el proceso de sucesión "la prohibición de innovar sobre los restos mortales, para que sus herederos y/o familiares directos y/o terceros no dispongan de los restos cadavéricos y el cuerpo sea conservado evitando así su cremación".
Maradona, que murió a los 60 años por una insuficiencia cardíaca, reconoció a cuatro hijos en Argentina y a uno en Italia, que tuvo durante su etapa como jugador del club Napoli.
Pero tuvo otros cuatro descendientes en Cuba, de acuerdo con datos difundidos por su abogado, Matías Morla, mientras que en Argentina se hicieron dos reclamos de paternidad ante la Justicia en 2019, entre los cuales se encuentra el de Gil.
Asimismo, una expareja de Maradona, además, dijo el miércoles al diario online Teleshow que es la madre del hijo número 12 del exastro, aunque años atrás la prueba de paternidad dio negativa.
"Siento que falsearon el ADN, pero ya está", dijo Laura Cibilla, a la vez que exhibió fotos de su relación con Maradona a fin de los años 90.
(Reporte de Ramiro Scandolo, editado por Eliana Raszewski)
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