Los demócratas de Florida eligieron al cubanoamericano Manny Díaz como presidente del partido en el estado después de vencer a otros dos candidatos.
Díaz, quien fuera alcalde de Miami de 2001 a 2009, derrotó a sus contendientes durante la reunión anual del Partido Demócrata de Florida, que se celebró virtualmente debido a la pandemia de coronavirus.
Después de un ciclo electoral considerado desastroso por los demócratas de Florida, la elección del exalcalde Díaz viene a encarnar las esperanzas de recuperar los escaños legislativos perdidos en unas elecciones presidenciales en las que Donald Trump ganó el estado.
“Nuestro Partido Demócrata de Florida se encuentra en una encrucijada”, dijo Díaz justo antes de la votación. “Si bien los demócratas de todo el país obtienen avances, seguimos perdiendo terreno. Seguimos perdiendo elecciones", informó el diario Político
El foco de la candidatura de Díaz está puesto en revertir esta situación. Sus esfuerzos durante las pasadas elecciones le valieron conseguir el apoyo de prominentes figuras políticas como la del alcalde de Nueva York Michael Bloomberg, un multimillonario que gastó 100 millones de dólares en Florida durante el Ciclo electoral 2020.
Además, Díaz consiguió el respaldo del multimillonario del sur de Florida Jorge Pérez y de la comisionada de agricultura Nikki Fried, la única funcionaria estatal del partido, entre una docena de otras personalidades del partido demócrata en el estado.
Por delante está el objetivo de ganar las cruciales elecciones de 2022, en la que se espera que los republicanos se presenten con el gobernador Ron DeSantis y el senador Marco Rubio en la boleta electoral. Para ello tendrá que reconstruir el partido y recaudar los fondos necesarios para presentar un proyecto sólido a los electores.
La rotunda victoria de Trump en el estado ha hecho que muchos consideren que Florida ha dejado de ser un swing state, lo cual podría dificultar la tarea de convencer a los donantes de la oportunidad de destinar fondos a una candidatura que no tiene posibilidades de ganar, según analiza Politico.
Para ello Díaz ya tiene un plan, que presentó en diciembre a los funcionarios del partido demócrata. Expandirse, abrir oficinas en el centro de Florida, consolidar los registros de votantes, reforzar el procedimiento del voto por correo y mejorar las operaciones con bases de datos, forman parte del plan para el cual Díaz necesitará una considerable entrada de efectivo.
"Para lograr estas cosas y construir una sólida infraestructura que permita llevar adelante las ideas anteriores, necesitaremos recursos considerables", decía su memorando. “Dedicaré mi tiempo a aprovechar mis relaciones a nivel estatal y nacional para generar confianza entre los donantes y lograr que compren lo que estamos tratando de lograr aquí en Florida”.
La elección de Díaz fue la consecuencia del reconocimiento de los demócratas sobre lo que salió mal en las recientes elecciones, cuando las facciones moderadas y progresistas del partido se enfrentaron y debilitaron el mensaje de la candidatura de Biden. La desunión y mala coordinación llevaron a la presidenta del Partido Demócrata de Florida, Terrie Rizzo, a renunciar a la posibilidad de otro mandato.
Díaz, de 66 años, emigró a Florida desde Cuba y en 1977 se graduó en Ciencias Políticas en la Universidad Internacional de Florida. En 1980 obtuvo el Juris Doctor por la Escuela de Derecho de la Universidad de Miami.
En 2000, Díaz se mostró muy comprometido con el caso del niño balsero Elián González. La decisión de la administración Clinton de repatriar al menor enfureció a los cubanoamericanos y llevó a Díaz a abandonar el partido demócrata. Sin embargo, en 2001 fue elegido como Alcalde de la ciudad de Miami, cargo que revalidó en 2005 hasta 2009.
Manny Díaz, que ya había vuelto al partido para entonces, fue visto como un activo político para la campaña de reelección del presidente Barack Obama, apareciendo incluso en uno de sus anuncios publicitarios. Ahora toma las riendas del partido demócrata en Florida y se muestra empeñado a llevarle de vuelta a posiciones decisivas en la política del estado.
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