El científico y activista cubano Oscar Casanella se dirigió a su público a través de una directa en Facebook para tratar dos temas de interés nacional: la campaña de vacunación contra el Covid y las libertades económicas en la isla.
Según Casanella, el pueblo cubano debería presionar al estado cubano y a los que tienen el poder para que “prioricen la salud y dejen de lado la propaganda política”.
El científico afirmó estar de acuerdo con que Cuba esté desarrollando sus propias vacunas, como es el caso de la Soberana 02.
Sin embargo, subrayó que si esta vacuna se demoraba en aprobarse, el gobierno de la isla debía comenzar a buscar alternativas para adquirir las vacunas que ya han sido aprobadas como la Pfizer y proceder a vacunar a la población.
Ante el argumento de que el país no tiene dinero para costear una vacuna, Casanella respondió que varios países latinoamericanos de bajos ingresos (Bolivia y Nicaragua) ya han pedido ayuda a la Organización Mundial de la Salud para iniciar sus campaña de vacunación, pero Cuba no lo ha hecho.
Casanella también se refirió a la profunda crisis económica que atraviesa el país, y observó que los cubanos están perdiendo demasiado tiempo “en la sobrevivencia”.
Para el activista la única solución a este problema son las libertades económicas, “el cubano necesita hacer sus negocios privados'', dijo.
Casanella observó que el estado sólo tenía que dejar a los cubanos desarrollarse, y que el resto los haría el pueblo al crear sus propias empresas.
De acuerdo al científico, los dos temas, tanto el de las vacunas como la economía, están relacionados.
Si el país liberara las fuerzas productivas y permitiera la libre empresa y la creación de riquezas, una parte de ese dinero pudiera utilizarse para adquirir las vacunas que ya se han implementado en otros países, dijo.
Casanella agregó que de no conceder libertades económicas, Cuba quedaría estancada y atrasada, incluso, en comparación con otras naciones de la región.
El científico recordó que después de la caída del campo socialista quedó demostrado que las empresas estatales son ineficientes, lo cual es un modelo que Cuba aún no ha podido superar.
Para concluir, el activista habló de la necesidad de realizar una campaña política para exigir libertades económicas y otra para exigir que el estado comience a vacunar a las personas o a interesarse por adquirir alguna vacuna internacional contra el coronavirus.
Oscar Casanella fue uno de los huelguistas de San Isidro que se acuartelaron ante el acoso de la Seguridad del Estado el pasado mes de noviembre.
Anteriormente, había sido expulsado de su trabajo como profesor de la Universidad de la Habana e investigador agregado del Instituto Nacional de Oncología y Radiología (INOR ) debido a sus ideas políticas.
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