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Una avioneta surcó el cielo cerca de Mar-a-Lago, la conocida propiedad de Donald Trump en Florida, llevando una pancarta en que calificaba al exmandatario de Estados Unidos como el “peor presidente de todos los tiempos”.
El avión fue visto el fin de semana sobrevolando el área de Palm Beach, donde se encuentra el club al que el expresidente partió luego de abandonar la Casa Blanca el pasado miércoles 20 de enero, cuando Joe Biden juramentó como mandatario.
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También se vio en el cielo otra pancarta que rezaba: “Trump, patético perdedor, vuelve a Moscú”. Por el momento, nadie se ha atribuido la responsabilidad del número.
Un incidente similar se recuerda en 2018, cuando un hombre voló en parapente sobre el resort de golf Turnberry de Trump en Escocia, para protestar por la visita del entonces presidente. Una pancarta detrás del hombre decía “Trump: muy por debajo del nivel #resistir”, recuerda Business Insider.
A pesar de que en Florida Trump cuenta con respaldo popular, como quedó demostrado en los comicios del 3 de noviembre, el condado de Palm Beach no es particularmente un aliado incondicional del expresidente. En las mismas elecciones, los votos favorecieron a Biden con un 56 % frente al 43 % obtenido por el aspirante a la reelección.
Trump fue visto jugando golf el fin de semana en Mar-a-Lago, pero se desconoce si pudo apreciar los letreros en el cielo. Desde ese club, el exmandatario ofreció sus primeras declaraciones a la prensa luego de abandonar Washington. “Haremos algo, pero todavía no”, dijo.
El expresidente llegó al club privado tras ausentarse de la ceremonia de toma de posesión de su sucesor y, desde entonces, permanece enclaustrado en sus propiedades. “Necesita un descanso”, afirmó un asesor. “Creo que todos esperamos que se limite a jugar al golf durante un mes, pero siempre tiene que estar en movimiento”, agregó.
Sin embargo, el descanso de Trump podría no ser del todo tranquilo. Un grupo de vecinos de Palm Beach escribió el año pasado a funcionarios de la ciudad y al Servicio Secreto de Estados Unidos, argumentando que Trump no tenía ningún derecho legal a vivir en el resort.
En sus exigencias, citaron como precedente un acuerdo que Trump firmó en 1993 para convertir la residencia en un club. El expresidente tendría que entrar en acuerdos legales sobre la condición de su propiedad.
Una encuesta de la Universidad de Quinnipiac en Hamden, Connecticut, reveló que Trump dejó el cargo con el peor índice de aprobación para un primer mandato en la historia de la nación.
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