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El médico cubano Alexander Pupo Casas denunció que mientras en las calles hay hambre y colas en las tiendas, el país es dirigido por ineptos.
"¿Hasta cuándo Cuba?", se preguntó el galeno a través de la red social Facebook.
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El comentario de Pupo llega en medio de una crisis económica agravada por la pandemia del coronavirus y las decisiones económicas adoptadas por el Gobierno, que se han vuelto impopulares en un marcado segmento de la población.
Las largas colas en Cuba para comprar alimentos y otros productos de primera necesidad se han convertido en los últimos meses en uno de los escenarios más criticados por la prensa independiente y los propios cubanos. El desabastecimiento, la falta de insumos y el racionamiento en unidades comerciales obligan a la población a permanecer durante horas a la espera de un turno con el fin de adquirir algo.
Pupo Casas, quien ha sufrido la censura y la represión por su postura en las redes contra el Gobierno cubano, al punto de ser obligado a renunciar al ejercicio de su carrera de medicina en el país, se refirió en días recientes a los niños cubanos y a cómo a pesar de que sonríen desconocen la felicidad debido a las carencias económicas que padecen.
"Todos fuimos niños una vez, todos hemos vivido esa etapa, donde la inocencia nos hace casi inmunes a la realidad, pero para los que lo vivimos es fácil saber la realidad que se esconde detrás de esa supuesta felicidad", escribió en Facebook.
También ha hablado de la represión en Cuba, que ha padecido en sus propias carnes en más de una ocasión, y ha criticado que algunos sigan ciegos ante los atropellos que comete el gobierno cubano "que no solo ataca la dignidad de las personas, sino que también no muestra empatía alguna con la vida humana”.
Cuando las autoridades de Holguín decomisaron los alimentos que venden los carretilleros en las localidades de Pueblo Nuevo, Reparto Lenin y el Coppelita, mostró su rechazo a este proceder del régimen cubano.
“¿Acaso no es el cuentapropista también parte del pueblo? ¿Qué beneficio reciben ellos del despojo de sus artículos de venta? ¿Acaso el fin justifica los medios cuando se perjudican personas en el proceso? ¿Si el Estado está capacitado para obligar a los cuentapropistas a disminuir los precios de sus productos, quién está capacitado para obligar al Estado a disminuir el precio de todos los servicios que ha puesto a precios ridículos?”, escribió.
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