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La vicepresidenta del Parlamento Europeo, Dita Charanzová, envió este miércoles una carta al Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, en la que apremió al jefe de la diplomacia europea a cesar al embajador en Cuba, Alberto Navarro.
“La semana pasada, varios eurodiputados y yo pedimos la dimisión del embajador de la UE en Cuba. Desde entonces, el Embajador afirmó en los medios de comunicación que Cuba no es una dictadura. Además, pedimos que el Embajador Navarro comparezca ante el Comité de Asuntos Exteriores y respuesta a los eurodiputados del @Europarl”, publicó Charanzová en su cuenta de Twitter, acompañando el mensaje con una copia de la nueva carta enviada a Borrell.
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El detonante de este affaire diplomático fue la rúbrica de Navarro en una carta abierta dirigida a Joe Biden en la que, junto a otros firmantes de la sociedad civil cubana, el embajador de la UE pedía el fin unilateral e incondicional del embargo, sin mencionar siquiera la falta de libertades o las violaciones de los derechos humanos que comete el régimen cubano.
La publicación de la carta en el blog de La Joven Cuba y la presencia entre los firmantes del embajador Navarro llamó la atención de organizaciones de la sociedad civil cubana que protestaron por lo que consideraron un exceso de las funciones del diplomático, al mismo tiempo que una pésima señal del compromiso de la UE con los principios y valores democráticos con los que proyecta su acción exterior.
Acto seguido, la iniciativa fue muy criticada por un grupo de eurodiputados, entre los que se encontraba Charanzová, que pidieron su destitución en una carta enviada a Borrell, y acusaron al diplomático español de alinearse con el Gobierno cubano. Uno de los primeros en reaccionar a título individual fue el europarlamentario español Herman Tersch.
"Hemos recibido la carta y pedido al embajador que venga a Bruselas para dar explicaciones al Alto Representante. Entretanto le hemos exigido que detalle en una nota el asunto", explicó a EuropaPress una portavoz de la UE, dando cuenta de los movimientos impulsados por la presión de los europarlamentarios.
Sin embargo, a los pocos días de ser llamado a consultas, la posición de Navarro se complicó aún más. En entrevista concedida a Cubanet el pasado viernes, el embajador sostuvo que el gobierno de Cuba no era una dictadura. "No, yo no considero que Cuba sea una dictadura. Claro que no", dijo el diplomático español, que calificó el embargo de "inmoral", al tiempo que indicó que no afecta sólo a Cuba y a Estados Unidos, sino que también perjudica intereses de ciudadanos europeos.
En la segunda carta enviada a Borrell este miércoles, los diputados del Parlamento Europeo, agradecen que se les haya tomado en cuenta y se haya convocado al embajador a Bruselas, pero expresan que, a la luz de los últimos acontecimientos, esta medida no parece suficiente.
“En efecto, señor Vicepresidente, cuando la noticia de nuestra denuncia por el comportamiento repetido y errático del Embajador ya se había difundido en los medios internacionales, nos encontramos con un incidente nuevo, inesperado, desagradable e intolerable, que es la posición política personal del Embajador Navarro, quien en entrevista concedida a un medio cubano, afirmó categóricamente que no considera a Cuba como una dictadura, y para que no quedaran dudas sobre su posición, enfatizó ‘Claro que no, Cuba no es una dictadura’”, señala la misiva.
En ese sentido, los europarlamentarios expresaron a Borrell que era legítimo que su mandato siguiese la política de diálogo constructivo decidida e impulsada por su antecesora en el cargo, Federica Mogherini. Pero afirmaron su derecho a disentir “sobre su efectividad y, a nuestro juicio, magros resultados”.
“Lo que no puede dejar la menor sombra de duda es la catalogación de un régimen de partido único, que establece constitucionalmente el socialismo como único modelo de Estado, que ignora el pluralismo político, persigue la disidencia, y rechaza la celebración de una pluralidad libre, transparente y democrática”, sostienen los europarlamentarios.
Para los firmantes de esta segunda carta, caben pocas dudas de la naturaleza de un régimen que encarcela, persigue, oprime, reprime o exilia a opositores y defensores de derechos humanos, y no respeta las mínimas libertades fundamentales y los más elementales derechos humanos, sean éstos civiles o políticos, económicos, sociales o culturales.
“Por todo ello, señor Borrell, reiteramos nuestra opinión fundamentada de que el señor Navarro, que parece ser un entusiasta defensor del régimen cubano, debe ser relevado de inmediato de sus funciones como embajador en La Habana, cargo en el que no debería permanecer ni un minuto más por razones obvias de lo que debería exigirse a un alto representante diplomático de la UE acreditado en un tercer país. Si no lo hicimos, parecería que la Unión Europea respaldaba, compartía o asumía las declaraciones del Embajador”, concluye la misiva.
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