La directora para las Américas de Amnistía Internacional, Érika Guevara-Rosas, describió el VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) como una "fiesta de simulaciones".
De igual forma, la responsable para América Latina de la ONG se preguntó el motivo por el cual las autoridades cubanas sienten temor de los activistas, artistas y periodistas independientes que en estos días sufren una vigilancia y un acoso policial intensificados.
“¿A que le temen los asistentes al 8voCongresoPCC? A que les arruinen la fiesta de simulaciones. Mientras se dan palmadas en la espalda por mantener su régimen autoritario, someten a activistas y periodistas al acoso y a la prisión en sus hogares. Mi solidaridad con [la periodista independiente] Camila Acosta”, tuiteó Guevara-Rosas.
En su mensaje, la representante de Amnistía Internacional también quiso mostrar su solidaridad hacia la periodista independiente Camila Acosta que, como muchos otros periodistas, activistas y artistas están sufriendo una intensa oleada de represión que pretende reducir al máximo su visibilidad durante los días en que se desarrolla el Congreso.
“Desde ayer en prisión domiciliar arbitraria, una vez más, son tantas que ya he perdido la cuenta. Así permanecemos varios periodistas y activistas mientras se desarrolla el #8voCongresoPCC, el de la mentira y la manipulación. @charanzova @Ertigo @ErikaGuevaraR @Almagro_OEA2015”, tuiteó la periodista.
Interpelada por el tuit de Acosta, la responsable de Amnistía Internacional compartió la denuncia de la represión exacerbada que acompaña la celebración de un congreso al que calificó de “fiesta de simulaciones”, criticando así la estrategia del régimen cubano de intentar legitimar un presunto “traspaso de poder”, cuando en realidad se trata de ajustes internos para retenerlo el mayor tiempo posible.
“Ser periodista es una profesión de riesgo en Cuba. El Gobierno castrista mantiene en pie una férrea estructura legal, burocrática y administrativa, engrasada por años de uso, para silenciar a los opositores al gobierno, categoría en la cual se encuentran las personas que intentan informar sobre la realidad cubana”, expresó Amnistía Internacional en la petición que formuló en 2010 para exigir la liberación del periodista Pablo Pacheco Avila.
Entre los pilares que la ONG identificó para el mantenimiento de esa estructura, Amnistía resaltó “la Constitución cubana, que prohíbe la propiedad privada de medios de comunicación”; así como “el requisito de que todos los periodistas en activo se unan a la Unión de Periodistas Cubanos, que de hecho se encuentra bajo el control del Partido Comunista, en el gobierno”.
Asimismo, señaló al “poder judicial, que no es independiente ni imparcial, y permite que se entablen procedimientos penales para prevenir, disuadir o castigar la expresión de opiniones discrepantes”.
Además, Amnistía Internacional ha expresado su preocupación por la posibilidad de que el Decreto 349 (al que calificó como “distópico”) tenga un efecto paralizador general en los artistas de Cuba, impidiéndoles realizar su trabajo legítimo por temor a represalias.
“¿Qué clase de Estado intenta aplastar las ideas robando despiadadamente a la gente su derecho a la libre expresión?”, se preguntó en noviembre pasado Érika Guevara-Rosas a raíz del desalojo de los huelguistas de hambre que permanecían acuartelados en la sede del Movimiento San Isidro (MSI).
Este sábado, la Seguridad del Estado allanó violentamente la casa de Luis Manuel Otero Alcántara, quien se encontraba junto a la artista Afrika Reyna trabajando en la realización de un performance en el que se utilizaba un garrote vil. Ambos artistas fueron secuestrados y la obra de Otero Alcántara sustraída de su domicilio.
La vigilancia y el acoso policial sobre integrantes del 27N y el MSI, así como sobre activistas y periodistas independientes, está siendo muy intenso en las últimas semanas, especialmente a partir del inicio de las sesiones del Congreso del PCC.
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