El líder del Movimiento San Isidro, Luis Manuel Otero Alcántara, confirmó este sábado que su salud empeora tras seis días en huelga de hambre y sed.
"Amanecí en candela. Sólo pido al divino un poco más de fuerzas para aguantar un par de días más", escribió a la abogada cubana Laritza Diversent, responsable del despacho Cubalex.
"Por favor, que nadie me llame", le pidió Otero Alcántara a Diversent, prometiendo mantenerla al tanto de su evolución.
"Aún estoy vivo", le respondió Otero, en alusión a su argumento de que esta huelga de hambre y sed no es un suicidio sino un gesto a favor de una vida digna.
"Yo no estoy apostando por la muerte, estoy apostando por la vida, pero por una vida digna", explicó en su cuarto día de protesta.
En declaraciones a CiberCuba, el artista defendió el jueves que, por primera vez desde que se inició en el activismo político, está luchando por sus derechos personales y no por los derechos de los demás y en esta ocasión está dispuesto a llegar hasta el final.
No ha podido hacerle cambiar de opinión monseñor Ramón Suárez Polcari, canciller de la Arquidiócesis de La Habana, que visitó a Otero Alcántara ayer viernes y le pidió que abandonara su huelga de hambre y sed.
Luis Manuel Otero inició su protesta el domingo 25 de abril para reclamar el cese del cerco policial en su casa, ubicada en la calle Damas 955, en el barrio de San Isidro (Habana Vieja) y para reclamar al Gobierno cubano una indemnización de 500 mil dólares por las obras de arte expoliadas de su vivienda por agentes de la Seguridad del Estado el pasado 16 de abril.
Por su tío Enix Berrio Sarda, que lo visitó este viernes, los activistas cubanos saben que Luis Manuel Otero ayer ya no se sostenía en pie, ni orinaba ni hablaba y tenía la garganta inflamada.
La curadora de arte Anamely Ramos avanzó hace unas horas que ante la gravedad del estado de salud de Otero Alcántara, la Seguridad del Estado cerró el cerco y está apostada a las puertas de Damas 955.
Para asegurarse de que nadie retransmite lo que está ocurriendo en San Isidro, la Policía política ha cortado el servicio de Internet en la cuadra donde vive el líder del Movimiento San Isidro y hay patrullas de la Policía Nacional Revolucionaria cortando los accesos desde las esquinas.
En una directa que Otero Alcántara pudo hacer el jueves explicó a sus seguidores que es consciente de que en huelga de hambre y sed sólo podrá aguantar un máximo de 9 días. Hoy sábado 1 de mayo es su séptimo día sin comer ni beber agua.
Ésta es la segunda huelga de hambre y sed que Luis Manuel Otero realiza en menos de cinco meses. La anterior la inició durante la protesta de los acuartelados de San Isidro, en noviembre pasado.
Tras el desalojo por la fuerza de Damas 955, con el pretexto de prevenir una supuesta propagación de coronavirus, el líder de San Isidro fue trasladado por la fuerza al Hospital Fajardo, en su noveno día de huelga.
Pese a que la televisión estatal defiende que el reclamo de Luis Manuel Otero no tiene arraigo social, este viernes fueron detenidos en La Habana varios activistas que se manifestaron en la calle Obispo, al grito de ¡Abajo el comunismo! y ¡Abajo la represión! Sus reclamos tuvieron el apoyo de transeúntes.
A diferencia de otras protestas precedentes, donde la Policía y los agentes de la Seguridad de Estado llegan y arrestan sin más, las imágenes de este viernes revelan el trabajo que les costó desalojar a los activistas, que se sentaron en el suelo y se cogieron de los brazos.
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