El artivista y coordinador del Movimiento San Isidro (MSI) Luis Manuel Otero Alcántara cumple cuatro semanas recluido contra su voluntad en una institución de salud de La Habana, e imposibilitado de comunicarse libremente con familiares, colegas y amigos.
Desde que el pasado 2 de mayo oficiales de la Seguridad del Estado allanaran el domicilio de Otero Alcántara, sede del MSI, donde el joven realizaba desde hacía ocho días una huelga de hambre y sed en protesta ante el acoso constante de las autoridades, ha estado incomunicado en una sala del Hospital Calixto García de la capital.
Los alrededores del edificio se encuentran completamente vigilados por oficiales de la Policía Nacional Revolucionaria o agentes de la Seguridad del Estado en función de evitar el acceso de activistas, amigos o colegas de Otero Alcántara.
Al opositor le fue suspendido el uso de dispositivos electrónicos que le permitieran comunicarse con el exterior, y toda la información que circula sobre su estado la construye, controla y divulga la propia Seguridad del Estado a través de cápsulas de videos burdamente editadas, donde apenas puede conocerse las verdaderas condiciones de salud del opositor. No obstante, puede apreciarse su visible adelgazamiento y una conducta abatida.
Varios activistas, especialistas de la salud y amigos del opositor han sugerido que Otero Alcántara pudiera encontrarse bajo los efectos de fármacos.
Archivo Cuba, un proyecto dedicado a promover las investigaciones sobre derechos humanos, aseguró que es necesario exigir a entidades internacionales que investiguen si hay abuso psiquiátrico contra el artista.
En la propuesta solicitan a la Asociación Mundial de Psiquiatría que expulse a Cuba, y piden a las instituciones de salud de países democráticos que investiguen y denuncien el abuso psiquiátrico en la isla.
Desde que las autoridades cubanas irrumpieran en el domicilio de Otero Alcántara, el gobierno se ha encargado de filtrar cinco videos en los que trata de desacreditar al joven.
El primero de estos muestra al artista independiente cubano entrando presuntamente al Hospital Calixto García por sus propios pies, a pesar de estar en huelga de hambre y sed.
El segundo fue un polémico video en el que Otero Alcántara aparece junto al médico Ifrán Martínez Gálvez, especialista de primer grado en Angiología y Cirugía Vascular y vicedirector quirúrgico del hospital, de manera risueña y arreglándole la camisa.
En un tercer video se puede ver al artista junto a un médico caminando por las áreas exteriores del "Calixto García".
En el cuarto video aparece una imagen deteriorada de Luis Manuel, con una bandeja de comida en las manos, desmintiendo estar en huelga de hambre cuando se había corrido la voz de que la había retomado el pasado 10 de mayo.
El quinto y último de los materiales filtrados muestra al activista caminando por un patio del hospital, junto a una empleada de la institución. En ocasiones se agacha, se rasca el pecho por debajo de la bata que viste, y se muestra juguetón con la mujer.
Después de cuatro semanas secuestrado, las autoridades aún no consiguen responder a la pregunta que se plantean miles de cubanos: ¿Por qué mantener a Otero Alcántara en un área de salud si su estado es óptimo? ¿Por qué no le permiten comunicarse libremente a través de un celular?
Mientras tanto, artistas, activistas y parte de la sociedad civil cubana continúan exigiendo la liberación de Otero Alcántara, a quien Amnistía Internacional declaró “preso de conciencia”.
El Movimiento San Isidro ha denunciado la situación, y recuerda con frecuencia las exigencias del artista cuando emprendió su huelga, al tiempo en que demanda la liberación de los manifestantes de la calle Obispo que salieron a clamar libertad en solidaridad con el artista.
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