María Caridad Pérez, una madre cubana que lucha desde hace años por procurar una vida digna a su hijo discapacitado, envió un mensaje al gobernante Miguel Díaz-Canel en el que le preguntó si había pensado en las mujeres como ella cuando tomó la decisión de suspender los depósitos en dólares.
“Presidente Díaz-Canel, te está hablando la madre de Jesús Lázaro, un niño enfermo en Cuba, a la que nunca has dado respuesta después de años dirigiéndome a ti: ¿Tú pensaste en nosotras? ¿Tú pensaste en los niños encamados en Cuba, en los enfermos de cáncer a la hora de abrir esas tiendas donde están los alimentos que ellos necesitan?”, preguntó la madre.
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Aquejado de una hipoxia cerebral desde su nacimiento, Jesús Lázaro Lorenzo Pérez, requiere de cuidados especiales, fundamentalmente en su alimentación. Paciente con una gastrostomía endoscópica a través de la cual se le administra alimentos directamente hasta el estómago, el hijo de María también padece Síndrome de Lennox, una enfermedad que le genera episodios de epilepsia de difícil manejo y para la cual no hay paliativos en las farmacias cubanas.
El delicado estado de salud de Jesús Lázaro hace temer constantemente a su madre por su bienestar. Durante años se ha dirigido al Consejo de Estado y otras instancias gubernamentales para procurar garantizarle una vida digna a su hijo. Sus 2 mil 800 pesos de pensión, al cambio informal, apenas le alcanzan para comprar los pañales que su hijo necesita.
Desde las dificultades para conseguir las sondas para gastrostomías, hasta la desnutrición que afecta constantemente a la salud de su hijo, las preocupaciones de María no hacen más que crecer en una realidad marcada por la escasez, la disminución del poder adquisitivo de los cubanos y la dolarización de una economía que ha llegado al punto de vender los artículos de primera necesidad en las tiendas MLC.
“Jesús no va a morir de hambre en Cuba”, sostuvo María en su directa. “Digo esto preocupada, como muchos cubanos, con la noticia de que a partir del 21 de junio no se va a aceptar más dinero en las tarjetas MLC… Cada madre tiene que levantar la voz por sus hijos. Yo levanto la voz por el mío”, manifestó angustiada, pero serena, esta madre cubana.
Consciente de la represión que sufren quienes se atreven a denunciar las injusticias o a criticar las decisiones de los gobernantes del régimen cubano, María aseguró no tener miedo y avisó estar “dispuesta a todo” con tal de que su hijo obtenga los alimentos que necesita.
“No me interesa que esta directa la vea la Seguridad del Estado, porque hoy le estoy diciendo al mundo que María Caridad Pérez está dispuesta a lo que sea para que su hijo Jesús tenga sus alimentos”, dijo en su directa.
María no sabe qué solución puede proponerle el gobierno a ella y a quienes, como ella, tienen familiares en situación de dependencia y de cuidados constante. “No sé de qué forma lo van a solucionar. Pero, si no puedo coger de mi chequera -de la paga que me da el Estado- para comprar el equivalente a 20 dólares, no sé qué solución me van a proponer… Pero van a tener tarea”, advirtió la madre declarando su intención de exigir los derechos suyos y de su hijo.
“A la Seguridad del Estado de mi municipio, al gobierno de mi pueblo: lo lamento mucho, voy a levantar la voz por mi hijo. Necesito los alimentos de mi hijo, los culeros, el aseo. Y no sé de qué forma, la verdad. Porque ahora mismo no tengo un peso en mi tarjeta”, avisó María temiendo lo peor. “Vamos a ver si tienen el valor de llevarme presa también, con un niño con vida artificial”, indicó.
“Exhorto a cada madre cubana a que levante su voz, porque los alimentos de nuestros hijos están en esas tiendas en dólares… Vienen momentos difíciles y duros para nosotras. Yo estoy puesta. No sé lo que va a pasar, pero los alimentos de mi hijo tienen que aparecer. Mi hijo sigue con desnutrición y sus otros problemas, pero estoy dispuesta a hacer lo que sea por él. ¡Patria y Vida!”, terminó diciendo María.
A finales de enero, María Caridad Pérez se puso en contacto con esta redacción para denunciar que su hijo estaba “desnutrido crónico severo” y que presentaba escaras en la piel producto del largo tiempo que debe permanecer en cama. “El encamamiento y las escaras me lo está matando”, explicó afectada la madre.
“Díaz-Canel, ¿tú sabías que yo existía en Aguada de Pasajeros? ¿Tú sabías que Dios me dio una madre guerrera? ¿Tú sabías las veces que ella ha visitado el Consejo de Estado desde mi nacimiento para darme hoy las condiciones de vida que tengo?”, escribió, dando voz a su hijo, una madre cubana que no teme exigir sus derechos a las autoridades del régimen.
“¿Por qué callar algo que está sucediendo realmente y que perjudica la vida de mi hijo?”, preguntó luego en febrero, demostrando su voluntad de denunciar públicamente las condiciones de vida que padece por la incompetencia y la desidia de los gobernantes, a pesar del peligro que supone mantener una actitud crítica y expresarlo libremente en Cuba.
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