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Eldris González Pozo, activista de la Alianza Democrática Oriental (ADO) y colaborador del medio independiente Palenque Visión, se personó este viernes ante las autoridades cubanas para responder a la citación que le avisaba de su inminente entrada a prisión.
Condenado a tres años de privación de libertad por tres delitos que no ha cometido -según reivindica-, González Pozo fue declarado culpable de “atentado, desacato y desobediencia”, por haber impedido que una inspectora entrara sin identificarse a su negocio particular a tomar fotos con el móvil.
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“Se personaron dos alguaciles en mi domicilio con una citación del Tribunal Municipal Popular de Santiago de Cuba informándome que me presentara ante las autoridades para cumplir la sentencia de prisión que pesa sobre mí”, explicó González Pozo al medio independiente Cubanet.
El activista fue a entregarse al Tribunal seguido por el reportero de Cubanet.. “Vengo a cumplir sanción injustamente. Patria y Vida”, dijo González Pozo ante la cámara segundos antes de entregarse a las autoridades, a pesar de no estar de acuerdo con la sentencia que se le ha impuesto.
Dedicado a la venta de útiles del hogar, el negocio de González Pozo fue visitado en agosto de 2020 por una inspectora del Estado que no se identificó y comenzó a tomar fotografías del quiosco del cuentapropista. Ante la invasión de su ámbito privado, el activista cerró las puertas del local a la inspectora.
Inmediatamente, los dos jefes de sector de su zona fueron a visitarlo y González Pozo se negó a atenderlos y entregarles sus documentos de identificación, motivo por el cual fue denunciado.
“El día 20 de agosto de 2020 una ciudadana se presenta en mi negocio y, sin identificarse, empieza a tirar fotos con un teléfono. Yo salgo, le pido permiso y bajo la compuerta del negocio, a los cinco minutos aparecen los dos jefes de sector en mi casa, el capitán Félix y el capitán Miguelito, diciéndome que les diera mis documentos y yo les dije que no tenía que hablar nada con ellos y entré a mi casa”, relató el activista a Radio Televisión Martí.
Por este suceso, el activista fue acusado de los delitos de desacato, atentado y desobediencia, por los que la Fiscalía llegó a pedir la pena de 4 años de prisión. Celebrada la vista oral del juicio el pasado 12 de abril en la sala 4ta del Tribunal Municipal de Santiago de Cuba, González Pozo consideró que el proceso judicial en su contra está “totalmente amañado”.
“La Fiscal hacía énfasis en que los testigos dijeran que yo me pronunciaba en contra del proceso revolucionario”, dijo entonces el activista. “Los jefes de sector de la PNR alegaron que yo había amenazado varias veces con llenar la ciudad de Santiago de Cuba con carteles en contra del gobierno, y que era un contrarrevolucionario”, declaró el opositor.
La abogada apeló la sentencia del primer juicio, pero no consiguió que González Pozo quedara libre de cargos. “A la abogada la cuestionaron porque dijo que el proceso estaba encaminado a ser político, no común. La misma recomendó que se celebrara la vista oral en la Sala de Delitos contra la Seguridad del Estado”, denunció entonces el opositor.
Con la notificación en la mano, el colaborador de Palenque Visión se dirigió al Tribunal a exigir explicaciones de por qué no había sido notificado antes del resultado de su juicio de apelación. Le atendió el presidente del Tribunal y le dijo que no estaba en la obligación de notificarle por escrito la desestimación de su apelación, sino que se le notificaba a su abogada a través de un correo.
Sin embargo, a pesar de haberle pagado 2 mil pesos por su trabajo a la abogada, González Pozo se quejó de no haber recibido ninguna comunicación de la letrada informándole del resultado de su apelación. Ahora, denuncia, está a punto de entrar en la prisión de Aguadores sin conocer los detalles de la sentencia condenatoria.
El miembro de ADO también denuncia que las autoridades no hicieron caso de sus argumentos sobre su estado de salud, que peligra de entrar en la prisión. Según él, no tuvieron en cuenta su padecimiento desde los 18 años de espondilitis anquilosante o anquilopoyética.
A consecuencia de esta enfermedad degenerativa que no tiene cura (solo cuidados paliativos), González Pozo fue operado de la cadera en el Hospital Frank País. Ahora, teme por su vida en prisión ya que necesita unos medicamentos que no sabe si tendrá acceso en la prisión. También denuncia que, producto de su operación, no se puede agachar y por ello le será muy imposible hacer sus necesidades fisiológicas en la prisión, ya que allí solo disponen de una letrina.
Asediado por las fuerzas represivas del régimen cubano desde hace años, el activista fue expulsado en 2007de la Universidad de Oriente junto a una decena de jóvenes estudiantes, mientras cursaba el quinto año de Licenciatura en Derecho por participar en unas protestas en favor de mejoras para los estudiantes.
A raíz de los acontecimientos por los que ahora enfrenta pena de cárcel, el activista inició una huelga de hambre que se extendió por 12 días, reclamando que le fueran retirados los cargos. “Yo me declaré en huelga de hambre porque, como soy opositor, todo lo que ocurre en mi zona me lo achacan a mí: A mi hija de 15 años, Evelyn González, le negaron la carrera”, explicó González Pozo.
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