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Dinamarca continuó rubricando la hombrada de la Euro y hace unos minutos se metió en semifinales al despachar 2x1 a una inspirada República Checa que no se cansó de intentar la remontada en el encuentro.
En el césped de Bakú se dieron cita dos "caballos negros". Dinamarca, que arrancó el torneo perdiendo dos encuentros tras la dramática pérdida de Christian Eriksen y después se resarció con goleadas a costa de Rusia y Gales; y República Checa, que no había bajado la cabeza frente a Croacia e Inglaterra, para luego gastarse el alarde de eliminar a Holanda.
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Mejor no podía empezar el juego. Apenas a los cinco minutos, Thomas Delaney aprovechó un error de marcaje en un córner y cabeceó a placer, ajustando la esférica al poste y poniendo delante a los vikingos.
A partir de ese instante la pulseada tuvo dominio alterno, aunque no es menos cierto que las embestidas danesas generaban más peligro ante la meta. Vaclik se defendía con acierto, pero en una de esas (m.42) se produjo un exquisito centro con el exterior de Maehle que Kasper Dolberg golpeó de primera con la pierna para marcar el 2x0.
En el complementario la película cambió. Los checos entraron con el cuchillo entre los dientes y Schmeichel tuvo que estirarse como chicle para frustrar dos ocasiones pavorosas. Y tanto fue el cántaro a la fuente que corría el 49’ cuando una asistencia de Coufal recaló en el pie derecho de Patrik Schick, que anotó su quinto gol del torneo -empatado con el líder Cristiano Ronaldo- y metió en la pelea a su pandilla.
Si embargo, los checos no pudieron consumar nunca el empate. Lo buscaron por todas las vías, pelearon a lo grande, mas jamás lograron que el balón rebasara otra vez el umbral de la meta vikinga.
Así, Dinamarca estará en semifinales contra el vencedor del inminente desafío entre Inglaterra y Ucrania.
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