El fotógrafo cubano Anyelo Troya, quien fuera condenado a un año de prisión tras intentar documentar las protestas masivas del 11J, habló con su madre desde la cárcel Jóvenes de Occidente adonde fue enviado por las autoridades, expresándole su inconformidad con la sanción.
“Mami, yo no he hecho nada, soy un artista”, aseguró el joven de 25 años, que participó en la realización del videoclip de “Patria y Vida” en Cuba, grabando las imágenes de los raperos Maykel Osorbo y El Funky, y del artista visual Luis Manuel Otero Alcántara.
Troya, detenido en La Habana el mismo 11 de julio, permaneció 10 días sin ver a su familia ni contactar con abogados. El miércoles 21 se celebró un juicio sumario sin defensa legal, donde se le condenó y, al día siguiente, tuvo lugar el fallo de los tribunales, ratificando la sanción por el supuesto delito de “desorden público”.
Visiblemente afectada, Raisa González, madre de Anyelo, habló el viernes con CiberCuba, asegurando que iba a apelar la decisión de los tribunales. Recomendó también a otras madres que estuvieran pasando por su misma situación que lucharan por sus hijos y dijeran la verdad, sin temor a la represión.
Anyelo fue condenado junto a una decena de jóvenes por participar en las protestas contra el gobierno de Miguel Díaz-Canel, ante la crisis del país, agudizada por la pandemia del coronavirus. “Tú no estás solo, tu madre va a hacer hasta lo imposible por librarte de esta injusticia”, le dijo cuando lo vio, el día del fallo de los tribunales.
El primo de Troya, Raydel Cruz, defendió que el joven simplemente estaba registrando con su cámara las manifestaciones, y calificó el proceso como una “violación absoluta de los más elementales derechos”.
“El abuso y la crueldad de este sistema no pueden seguirle siendo indiferentes a nadie que se diga humano. El régimen cubano está haciendo una purga de la juventud inconforme del país. Que Dios consuele a todas las familias cubanas que sufren por un familiar preso injustamente y que Cuba sea Libre pronto para que toda esta pesadilla acabe. Con temor a Dios y sin miedo al hombre”, agregó.
La víspera, el gobierno de Estados Unidos se pronunció sobre la detención del joven, denunciando que su único crimen había sido “documentar matones y policías enviados por los dictadores de Cuba para golpear a manifestantes pacíficos”.
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