El joven cubano Karel Aguilar Rueda, el único manifestante que salió a las calles de Gibara durante las protestas del 11J, fue puesto en libertad bajo fianza la noche de este miércoles y enfrentará un próximo juicio por desorden público.
"Es muy injusto lo que le han hecho a mi hijo, porque su manifestación fue pacífica, sin agredir a nadie, pidiendo él solo libertad, democracia y derechos humanos para Cuba", relató a CiberCuba Anisleydis Rueda Almenares, madre de Karel y residente en Graz, Austria.
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Karel, de 23 años, se manifestó el 11 de julio en la Plaza de la Cultura de Gibara, provincia de Holguín. El 13 de julio discutió con partidarios del régimen cubano que trataron de acallarlo y luego fue detenido con violencia por agentes policiales, según muestran videos publicados en redes sociales.
Algunos lo identifican ya como "el Quijote de Gibara".
El joven criticó públicamente el llamado del gobernante Miguel Díaz-Canel a enfrentar en las calles a los manifestantes del 11J, considerando que era una exhortación a echar a pelear a los cubanos entre sí.
Desde entonces se encontraba arrestado en la unidad policial de la localidad, aunque en los primeros días se desconocía su paradero.
Anisleydis expresó que pudo hablar con su hijo tras ser liberado y lo sintió muy afectado.
"Me contó que fue interrogado y hostigado sicológicamente, estaba llorando y ha bajado mucho de peso en los días de prisión", explicó Anisleydis, que reside en Austria hace 22 años.
La mujer se ha mantenido muy activa en gestiones por su hijo desde que conoció el incidente del arresto.
"Me he decidido a hacer lo esté a mi alcance desde aquí, porque su padre y el resto de las personas que están junto a él en personas están muy limitadas y tienen miedo también", declaró.
Anisleydis ha estado en contacto con el abogado Osmani Garrido, quien le comunicó que los cargos imputados a Karel son por desorden público y resistencia. También conoció que el fiscal asignado al caso se nombra Andrés Escalona.
"Lo insólito es que el abogado me dijo que no había podido verlo personalmente por las restricciones del coronarivus", indicó la mujer.
En una carta enviada la pasada semana a la sección de Amnistía Internacional en Austria, reclamó ayuda para proteger la integridad de su hijo.
"Estoy tremendamente preocupada de que algo pueda sucederle al único hijo que me queda... La situación actual de Cuba es completamente confusa e impredecible", escribió Arisleydis. "¡No puedo imaginarme cómo seguiré viviendo si le sucede algo!".
La misiva también alerta sobre las violaciones masivas de derechos humanos y la represión desatada contra los manifestantes por parte del gobierno cubano y sus fuerzas de seguridad.
Más de 700 personas figuran como detenidos tras las protestas del 11J, según una lista colaborativa de la sociedad civil, coordinada por la organización Cubalex. El gobierno cubano no ha ofrecido una cifra oficial de arrestos.
Desde la pasada semana, la Fiscalía cubana ha puesto en marcha el procesamiento de numerosos manifestantes mediante juicios sumarios, con acusaciones que incluyen Desórdenes Públicos, Desacato, Instigación a Delinquir y Resistencia.
Hasta el momento, las autoridades cubanas han reportado 59 manifestantes sentenciados en una veintena de procesos judiciales, aunque los reportes de organizaciones y medios independientes señalan cifras superiores de acusados y juicios.
Dolorosa separación
Nacido en Gibara el 1 de noviembre en 1997, Karel emigró con su madre a Austria cuando tenía un año. Pero en unas vacaciones en Cuba, cuando tenía 12 años, decidió quedarse a vivir allí con su padre.
Anisleydis permaneció en Austria con su hija, que falleció en 2017. Actualmente ella tiene a su cargo el cuidado de dos nietos.
"Desafortunadamente, Karel vino a darse cuenta de que no había perspectivas de futuro para él en Cuba cuando arribó a la mayoría de edad", recordó la mujer, que se gana la vida como cocinera en un histórico restaurante austríaco.
Su regreso a Austria se ha dificultado debido a las estrictas leyes de inmigración vigentes en el país europeo.
"Temo por él, porque es un muchacho sano, nunca ha tenido un problema de delincuencia, vive dedicado a practicar el deporte que lo apasiona, que son las artes marciales mixtas", expresó la madre, que visitió a Karel en Gibara el pasado año.
Gibara, un pintoresco poblado marítimo de Holguín, tiene unos 71,000 habitantes y en los últimos años el lugar se ha popularizado como sede del Festival Internacional de Cine Pobre.
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