El nombre del exlanzador Omar Carrero, hijo del estelar pelotero del mismo nombre, se sumó desde hace poco al dramático listado de más de 2600 cubanos fallecidos a causa del COVID-19.
Fuentes consultadas por CiberCuba aseguraron que Carrero, quien al morir solo contaba 45 años de edad, estuvo enfermo por espacio de varias semanas, y esbozaron la posibilidad de que contrajera el virus debido a que trabajaba como vendedor de pan a domicilio.
Carrero Jr. laboró en dos Series Nacionales con la franela de Ciego de Ávila, relevó 15 partidos y en materia de victorias y derrotas cerró con 0-1. Su efectividad fue de 5.08, y debió asumir el retiro de modo prematuro debido a una lesión.
A diferencia suya, su hermano Osmar sí logró mantenerse en el máximo nivel de la pelota insular por espacio de una década, aunque tampoco pudo emular la calidad de su progenitor (fallecido en 2012), una de las mayores figuras que han pasado por los montículos de la Isla.
Previamente, la epidemia del coronavirus ya había provocado la muerte de dos figuras vinculadas a la dirección beisbolera del país, como son los casos del comisionado nacional Ernesto Reynoso y el presidente de la Federación Cubana, Higinio Vélez.
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