Familiares y amigos denuncian el arresto del policía cubano Julio Dayron González Ordóñez, de Camagüey, por renunciar su trabajo tras las protestas del 11 de julio.
La esposa de González Ordóñez, Keily Zamora, fue a visitarlo esta semana a La Habana, donde está preso, y asegura que sólo le permitieron verlo de lejos por lo que ambos tuvieron que comunicarse por señas.
"Libertad para mi marido. Ayer (por este jueves) fui y lo visité. ¡Qué dolor tan grande! No lo puedes ni ver. Te dejan verlo a cientos de kilómetros, trancado detrás de una reja, comunicándonos por señales. Es una injusticia, Dios mío. ¡Libertad para mi Julio!", escribió en un post de Facebook que compartió Hanni Hernández, vecina y amiga del policía detenido.
Según explica Hernández, Julio González fue arrestado después de renunciar a su puesto en la PNR. "Está preso porque quiso dejar su trabajo de policía en Camagüey, poniéndose también en contra de su madre que es del DTI", señaló en Facebook.
"Lo detuvieron porque quiso dejarlo y discutió con su mamá. Luego lo obligaron a ir a La Habana. Le dijeron que si se hacía boina negra en algún momento lo liberarían como policía. Lo que hicieron fue arrestarlo y le quitaron todos sus papeles", añade Hernández.
Según la versión de Hanni Hernández, Julio González se habría puesto en contacto con el Movimiento San Isidro para denunciar los excesos de la Policía.
CiberCuba ha contactado al Movimiento San Isidro, pero en el momento de publicar esta noticia no había recibido respuesta.
En declaraciones a este portal, Janett J. Martínez, que también denunció la desaparición y posterior arresto de Julio González, aseguró que la madre del joven, fue quien lo delató, pero este punto no pudo ser contrastado por CiberCuba.
"Hay policías que sí son nuestros amigos", añadió.
Hanni Hernández sí confirmó que Lisbeli Ordóñez (madre del policía detenido), es funcionaria de la Dirección de Inteligencia de la Seguridad del Estado, un organismo conocido por sus siglas: DTI.
En un post que no ha sido desmentido por la esposa de Julio González, Hanni Hernández añade que el policía y su esposa intentaron fugarse, pero fueron apresados.
"Los vecinos y amigos que lo conocen y lo aprecian están preocupados porque no saben nada de él desde entonces. Amigo mío, mi madre que fue tu maestra de Preescolar y vecina y yo, te queremos mucho y toda la gente que está preocupada por ti estamos unidas en el mismo sentir", añadió Hernández.
"Tú eres un gran amigo y fuiste siempre un niño y joven inteligente; uno de los mejores de toda la Secundaria y Primaria. Julio, te queremos y te queremos vivo. Denunciar las maldades de tu propia Policía no debe ser un delito. Delito es ser un policía desgraciado y matón para defender a toda esa partida de comunistas mal nacidos", concluyó.
Julio González es, de momento, el primer agente de la Policía Nacional Revolucionaria detenido tras las protestas del 11 de julio en La Habana.
En estos momentos Cubalex tiene identificados al menos 700 manifestantes detenidos, desaparecidos o encarcelados.
El régimen cubano no ha ofrecido el dato de los arrestos y sólo ha confirmado que hasta esta semana ha enjuiciado a 59 personas. De ellas, sólo una, la adolescente Amanda Hernández Celaya, ha salido absuelta.
Todos los condenados han sido presentados a juicios sumarios en muchos casos sin abogado. Pese a que el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cuba, Rubén Remigio Ferro, aseguró ante la prensa internacional que las opiniones diversas, incluso de sentido diferente al imperante en el país no constituyen delito, los manifestantes que participaron en las protestas del 11J están siendo acusados de desorden público, desacato o atentado.
Desde el proyecto Cuba Demanda, el abogado cubano Santiago Alpízar recomienda usar las declaraciones de Remigio Ferro como prueba documental en todo escrito de descargo ante la Policía Nacional Revolucionaria, la Dirección de la Seguridad del Estado, Fiscalía y los Tribunales.
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