Un reportaje del noticiero informativo de la TV cubana entrevistó este domingo a un participante en las protestas masivas que tuvieron lugar el pasado 11 de julio en San Antonio de los Baños, provincia Artemisa, y a otras tres personas que salieron a "defender la Revolución" o expresaron el punto de vista oficialista sobre los hechos.
Raúl Álvarez, joven cuentapropista de 23 años, fue uno de los jóvenes que se sumó a las manifestaciones para exigir demandas que considera legítimas. "Sin embargo cuando las acciones se tornaron ofensivas y violentas, decidió retirarse", dice la narración del noticiero.
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"Yo me salí porque yo no tengo nada en contra de la Revolución... Todo lo contrario, soy nacido y criado en este pueblo ¿y por qué voy a tener algo en contra de él? No me he muerto de hambre... Paso trabajo igual que pasa todo el mundo, pero no me muero de hambre. Tengo siempre el platillo de comida ahí. Mi chama tampoco se ha muerto de hambre... Pero sí me dolió eso que seis horas sin corriente; no tengo un aire [acondicionado], tengo que echarle fresco con un abanico. Me llegó, me dolió, y entonces sí fui a protestar por eso".
Otro entrevistado, el taxista Ainel Rodríguez, se habría acercado a las manifestaciones, según la versión del noticiero, "porque temía por la seguridad de su madre, ya mayor, quien estaba en las calles defendiendo a la Revolución".
Allí, en medio del tumulto y la confusión, se encontró con el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, con quien sostuvo un debate, según la confusa versión del testimonio emitida por el programa televisivo.
"Cuando terminó de debatir, me estrechó el puño. Es una cosa que... Pero uno ve los cambios pero todavía no. Es como yo lo expresé. Presidente, el pueblo necesitaba esto... A veces tenemos la palabra solamente del gobierno..., son cosas que nos quedamos en blanco y no pasa nada", dijo Rodríguez, visiblemente nervioso.
Otros dos testimonios de jóvenes oficialistas "complementaron" la información del noticiero, que acusó a los manifestantes del 11J de querer convertir el pueblo artemiseño "en escenario de violencia y caos"
"Que nos acaben de quitar el bloqueo a ver a cómo tocamos, dijo una entrevistada, luego de asegurar que "tenemos que estar firmes en nuestras convicciones".
Otro testimonio recogido por el noticiero, el de la instructora de arte Yanelys Delgado, que no salió a la calle el 11J, aseguró que "el único camino es el diálogo" y "no dejarse arrastrar por la estrategia de los enemigos de la Revolución que busca enfrentar a los cubanos unos con otros".
"Si vives en familia y no escuchas lo que los integrantes de la familia piensan, ¿cómo tú puedes darle una solución a los problemas", dijo Delgado luego de varios circunloquios retóricos de "reafirmación revolucionaria".
Desde que el 11 de julio más de 50 masivas protestas ciudadanas sacudieron la isla, la propaganda gubernamental no ha dejado de repetir machaconamente la versión oficial de los hechos, según la cual se trató de una acción violenta organizada por los enemigos de la Revolución a la que se habrían sumado algunos revolucionarios "confundidos".
Con gritos de "libertad", "abajo la dictadura" y "patria y vida", los manifestantes reclamaron en realidad derechos civiles, ayuda humanitaria para enfrentar la grave crisis sanitaria, alimentos, medicinas, mejores condiciones económicas y la renuncia del presidente Miguel Díaz-Canel.
Las protestas fueron mayormente pacíficas y la violencia comenzó cuando el propio Díaz-Canel llamó en la TV nacional a la confrontación directa: "Estamos dispuestos a todo y estaremos en la calle combatiendo. La orden de combate está dada: a la calle los revolucionarios", arengó.
Poco antes de dar ese discurso, el mandatario había intentado calmar los ánimos presentándose en San Antonio rodeado de "boinas negras", lo cual no impidió que le arrojaran objetos y le gritaran insultos.
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