Yeleinis Ruiz Padrón, residente en Juraguá (Ciudad Nuclear), Matanzas, perdió su embarazo luego que presuntamenre la inmunizaran con una de las vacunas desarrolladas por el gobierno cubano contra el coronavirus.
Tras ocho meses de embarazo, que Ruiz Padrón catalogó de "excelente", la cubana comenzó a perder líquido tras recibir la primera dosis del fármaco el 30 de julio, explicó a CubaNet.
"Mi nietecito era un niño sano, deseado por toda la familia, que esperábamos con mucho amor, con miles de cositas compradas para él", dijo con lágrimas en los ojos Idalma Ponce Díaz, abuela del bebé.
La familia trasladó a la paciente hasta el policlínico más cercano y posteriormente la remitieron al hospital, donde la atención médica fue deficiente.
Tres días después le darían el alta, a pesar de los sangramientos y pequeñas contracciones la doctora de guardia se negó a hacer un ultrasonido ni test PCR para descartar que tuviese coronavirus, explicó la suegra de la joven cubana.
Las autoridades del hospital, al conocer que Ruiz Padrón estaba en su casa, indicaron que volviera a ingresar y la llevaron a un hogar materno, donde finalmente le hacen una prueba rápida y da positivo al COVID-19, por tanto no podía permanecer en ese lugar, sino en el hospital.
De regreso a la institución de Salud Pública los médicos decidieron que podía regresar a su domicilio, ya que no presentaba síntomas de la pandemia, aunque no prestaron atención a que perdía líquido y eso puede ser peligroso para una mujer embarazada.
Permaneció en el domicilio dos días más y luego lograron que le hicieran un ultrasonido, que mostró la pérdida de líquido, aunque los médicos trataron de tranquilizarla y le dijeron que no pasaría nada con ella ni su bebé.
La futura madre dejó de sentir los movimientos del feto en el útero, y aunque alertó al personal sanitario, no realizaron ninguna prueba ni plantearon la opción de practicarle una cesárea.
Al otro día, se diagnosticó la muerte de la criatura, tras practicar un ultrasonido, noticia que causó gran impacto no solo en la madre, sino en el resto de la familia.
"No me conformo, me pueden decir lo que quieran, pueden buscar veinte mil justificaciones, porque nadie se imagina el sufrimiento que nosotros tenemos. Destrozaron una familia que llevaba nueve meses esperando con anhelo ese niño", dijo Leyanis Herrera Ponce.
A finales de julio el gobierno cubano comenzó a aplicar Abdala en embarazadas y así inmunizar ese sector de la población ante el coronavirus.
La medida se adoptó luego que el gobierno autorizara el Uso de Emergencia de Abdala, por considerar que cumple con los requisitos y parámetros exigidos en cuanto a calidad, seguridad y eficacia para ese tipo de trámite.
El tratamiento se aplicó a las embarazadas de 19 años en adelante, en el segundo y tercer trimestre de su gestación; así como las mujeres que se encuentran lactando, explicó el MINSAP a la prensa oficial.
En medio de la peor ola de contagios de coronavirus en Cuba de los últimos meses, las embarazadas son un grupo importante de pacientes contagiados .
Hace solo diez días, el MINSAP anunció la muerte de tres embarazadas con COVID-19, residentes en Las Tunas, Cienfuegos y Villa Clara.
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