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Autoridades cubanas dijeron a Yuneisys Méndez Lara, una joven madre cubana de dos niños, que para acceder al programa de mejoramiento de viviendas implementado por el gobierno debía tener un hijo más.
La mujer envió una carta al diario Juventud Rebelde exponiendo su problema, en la que afirma que su casa –en Calle 12 sin número, entre A y B, reparto Primavera del municipio capitalino de Cotorro– no tiene condiciones para sus dos pequeños enfermizos. Se inunda cada vez que llueve, y no encuentra una solución.
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"No puede acceder al programa de mejoramiento de la vivienda priorizado por la Revolución para madres con tres o más niños, por tener dos. Le dicen que debe tener un hijo más", detalla el rotativo.
El diario cuenta que Méndez Lara vive desde 2013 en un inmueble con filtraciones por la cubierta y las ventanas y "cada vez que llueve, el agua circula como un río por toda la casa. Sus hijos, de 6 y 7 años, no pueden bajar de la cama".
"No tiene alquitrabe. Al techo de fibro solo lo sostienen vigas y cabillas. Ella apenas puede conciliar el sueño con los vientos, cuando los hierros trinchan y el techo tiembla, pensando en lo que puede sucederles a sus niños. Con tanta humedad, los pequeños viven enfermos. El mayor es epiléptico y el menor, alérgico", señala la nota.
Aparte de no poder optar por el programa de ayuda, pues está diseñado para madres con tres o más hijos, tampoco puede optar por otros proyectos porque su vivienda es ilegal. La mujer no ha podido legalizarla porque está construida en una zona "congelada", le dijeron en la Dirección Municipal de la Vivienda.
En esa institución el director en funciones le comentó que como ella no contaba con un documento legal de esa vivienda no podía darle solución a su caso.
"En el barrio donde vivo, dice, soy la más afectada: Dos niños enfermizos. Siempre que entra un temporal se me enferman. Y en tiempos de agua nos evacúan. Ya ni sé donde poner los muebles y el televisor, a dónde mover la cama: Goteras son a chorros, y mis gestiones, infructuosas", lamenta Méndez Lara.
Decenas de madres cubanas atraviesan situaciones difíciles con el tema de la vivienda en Cuba. Algunas, incluso, han debido ocupar locales abandonados con sus hijos y enfrentarse con las amenazas de desalojo de las autoridades.
Recientemente las autoridades cubanas amenazaron con desalojar a siete mujeres y diez niños que viven de manera ilegal en un local estatal que estaba abandonado en La Habana.
En abril el grupo ocupó el inmueble ubicado en la carretera de Murga, en la zona del Wajay, perteneciente al municipio Boyeros. Según las mujeres, la construcción está abandonada desde hace más de 40 años.
Una de las ocupantes, Yenisley Rondón Barban, relató a la agencia independiente CubaNet que el lunes pasado fueron citadas a la sede del Partido del territorio, y allí les dijeron que tenían tres días para marcharse del lugar.
En La Habana, el déficit habitacional es de más de 185 mil viviendas, según datos oficiales de 2018. De todas las casas que hay en la ciudad capital, el 43 por ciento está categorizada en estado mal o regular.
De igual modo, existen más de 43 mil albergados, a la espera de que se les conceda el derecho a una vivienda digna, tal y como estipula la propia Constitución de la República, vigente desde 2019.
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