Cuba vuelve a lamentar la muerte de un profesional de la salud por el coronavirus. En esta ocasión se trata del médico Francisco Juan Pérez Llabona, un pediatra de solo 30 años de Pinar del Río.
El joven, a quien sus familiares y amigos llamaban Panchitín, trabajaba en el Hospital Pediátrico Provincial Docente "Pepe Portilla", según informó en sus redes sociales Yensy Lazara Rodríguez González, amiga de la familia del fallecido.
"Eso es una gran realidad, estarás por siempre en nuestros corazones, eras y serás aún hijo ilustre del hospital pediátrico Pepe Portilla, lugar que te vio nacer y crecer, donde realizaste tus sueños, te creciste profesionalmente. Eres y serás siendo para todos nuestro Panchitin, el hijo grande de mi amiga Vilma. EPD, mi niño", escribió en su muro de Facebook.
En la misma red social el usuario Antonio Rodríguez lamentó la trágica noticia.
"Hoy es un triste día y de muchísimo dolor para la familia y sus seres queridos, la pérdida irreparable de Panchitin, como todos le decíamos, este terrible virus se lleva otra preciosa vida y trunca los sueños personales y de toda una familia. EPD, condolencias a Panchy y Vilma desde lo profundo de nuestros corazones", expresó.
Pinar del Río es en este momento el epicentro de la pandemia de COVID-19. Este viernes reportó 1,864 nuevos contagios, y en la última semana registró más de 11,000 casos, mientras las gráficas anuncian una tendencia al ascenso.
El ministro de Salud, José Angel Portal Miranda, viajó días atrás al territorio vueltabajero y se reunió con dirigentes locales para analizar la crítica situación, la cual está lejos de ser controlada, según reconoció.
Junto al dirigente viajaron profesionales sanitarios que cumplieron misión en Venezuela y que ahora darán su apoyo en la provincia occidental, ante la falta de personal especializado para hacer frente a la emergencia.
El miércoles un sanitario cubano de Las Tunas explotó en las redes sociales por la falta de medios de protección que padece el personal médico en un centro de aislamiento ubicado en la escuela pedagógica Rita Longa.
"Aquí no hay de nada, los médicos están usando guantes de limpieza que se esterilizan y luego usan al otro día", denunció el joven, quien dijo que había superado el coronavirus, pero recalcó temía volver a infectarse y pasarlo peor.
"De verdad, no puedo entrar así en zona roja y poner en riesgo a los míos… mi familia, mis amigos. Es que puedo salir a la calle e infectar a cualquiera porque a lo mejor lo tengo y estoy asintomático", precisó.
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