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Un “informe exhaustivo” sobre la “brutal represión del régimen cubano” contra los manifestantes que salieron a la calle el 11 de julio pasado para reclamar un cambio de gobierno en la isla será presentado este martes en Miami por Human Rights Watch (HRW), informó la organización.
El informe se basa en documentos judiciales y en más de 150 entrevistas con “víctimas y familiares ubicados” en la isla, detalló ayer José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW, con sede en Nueva York.
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La presentación del documento tendrá lugar en el Wolfson Campus de la universidad Miami Dade College (MDC), cuando se cumplen 100 días del estallido social que se produjo al mismo tiempo en varias provincias y más de 50 ciudades cubanas, algo inédito en más de 60 años de gobierno comunista en la isla.
Centrado en “la represión del régimen cubano contra los manifestantes”, el escrito examina en detalle qué ocurrió con los detenidos durante las protestas, de acuerdo con el anuncio y documenta casos de detenciones arbitrarias “en condiciones nefastas, graves maltratos durante la detención y juicios penales abusivos que violan las garantías más básicas del debido proceso”, afirma Human Right Watch.
HRW, fundada en 1978 y con 400 integrantes en todo el mundo, es una organización no gubernamental reconocida por la investigación precisa de los hechos y la presentación de informes imparciales.
El 11 de julio pasado miles de cubanos salieron a las calles de forma espontánea en las mayores protestas antigubernamentales en seis décadas en la isla, que se saldaron con centenares de detenidos (más de un millar, según activistas) y numerosas condenas de cárcel.
La respuesta del gobierno cubano recibió fuertes críticas por parte de organizaciones internacionales como Amnistía Internacional y la propia HRW, así como de la Unión Europea y Estados Unidos, al considerar que se produjeron arrestos arbitrarios y procesos penales sin las garantías legales adecuadas para los detenidos, entre otras irregularidades.
"Los patrones constantes y repetidos de abusos por parte de múltiples fuerzas de seguridad, en múltiples lugares de Cuba, sugieren un plan de las autoridades cubanas para reprimir las manifestaciones", asegura HRW.
El informe también hace referencia al llamado del presidente Miguel Díaz-Canel para que simpatizantes y fuerzas de seguridad respondieran violentamente a las protestas, así como a los cortes de Internet que tuvieron lugar en todo el país ese día y los siguientes.
Human Rights Watch detalla que los agentes detuvieron repetidamente a manifestantes pacíficos y transeúntes, e impidieron que las personas protestaran arrestando a los críticos mientras se dirigían a las manifestaciones. Más de 1,000 personas fueron arrestadas, y cerca de la mitad permanecen en prisión, según el grupo de monitoreo legal independiente Cubalex.
Diubis Laurencio Tejeda, un cubano de 36 años, murió el 12 de julio durante una manifestación en La Güinera, un barrio de bajos recursos en las afueras de La Habana. El Observatorio Cubano de Derechos Humanos, una organización no gubernamental, dijo que un policía le disparó en la espalda. Nadie ha sido responsabilizado por la muerte.
La investigación de Human Rights Watch indica que las manifestaciones de julio fueron abrumadoramente pacíficas. Muchos manifestantes corearon "¡Libertad!" o "Patria y vida". En los 130 casos documentados por la organización, las autoridades cubanas acusaron solo a un puñado de detenidos de participar en actos violentos, la mayoría de las veces arrojando piedras durante las protestas. En la mayoría de estos casos, los detenidos o sus familiares negaron haber incurrido en actos de violencia, y en todos ellos los procesos penales se vieron empañados por graves violaciones al debido proceso y las condenas solicitadas o impuestas por las autoridades cubanas contra los detenidos parecen excesivas.
Los detenidos fueron arrestados con violencia, mantenidos incomunicados durante días o incluso semanas y, en algunos casos, maltratados durante su detención. Algunos fueron obligados a ponerse en cuclillas desnudos, sufrieron privación de sueño deliberadamente, resultaron golpeados y recluidos en celdas sin luz natural donde dicen que perdieron la noción del tiempo. Otros fueron amenazados con represalias contra ellos o sus familias por el simple hecho de protestar en las calles.
En solidaridad con los reprimidos el 11J, la plataforma virtual Archipiélago ha convocado una marcha pacífica en La Habana para el próximo 15 de noviembre.
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