Con una larga entrevista en tres partes, el periódico Granma, órgano del Comité Central del Partido Comunista rindió esta semana su particular homenaje a José Ramón Machado Ventura, que a sus noventa años no renuncia a seguir siendo el vocero de la llamada "línea dura" dentro de la jerarquía raulista.
La extensa carrera de Machado Ventura como funcionario partidista a cargo de la "disciplina ideológica" incluye la condición de miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba desde su fundación en 1965, y de su Buró Político a partir de 1975. También fue ministro de Salud Pública de 1960 a 1967 y Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, de 2008 a 2013, así como Segundo Secretario del Partido desde 2011 hasta abril de 2021.
La instauración de un nuevo Consejo de Estado en Cuba, el 24 de febrero de 2008, y la designación de Machado Ventura como vicepresidente primero suscitó alusiones críticas que acabaron con la destitución de dos dirigentes de la "nueva guardia" castrista: Carlos Lage y Felipe Pérez Roque. En los días previos a la sesión constitutiva del Parlamento, la prensa internacional había especulado sobre el posible ascenso de Lage como segunda figura del Consejo de Estado.
Entrevistado por Enrique Ubieta Gómez, justo en los días en que ha circulado un curioso video de Lage, cesado hace 12 años por, entre otras cosas, burlarse del entonces vicepresidente primero, "el hombre del bisoñé" aprovecha para repetir, una vez más, que, "tenemos que resolver el problema de la economía" y "preparar al pueblo para que pueda subsistir y a la vez desarrollarse".
El funcionario, que a sus 90 años quedó fuera de la última reestructuración del poder gubernamental, también asegura que "se requiere de trabajo político, y este tiene que cambiar, no porque el que estemos haciendo sea malo o no sirva, sino porque lo que ha cambiado es el escenario; la realidad cambió".
"Una de las cosas que caracteriza al Partido nuestro, después de todo aquello de la microfracción, es que nunca ha sufrido un resquebrajamiento; algún individuo por allá que hizo una declaración, o que no sirvió como cuadro del Partido, eso como persona, pero en el Partido no ha existido ningún tipo de divisiones", defiende, con orgullo, "Machadito".
Haciendo un balance poco objetivo de su propia labor, el funcionario también dijo que el llamado cambio generacional de la dirigencia del país "ya está hecho en lo fundamental". "Los que nacieron después de la Revolución -añade- están ya gobernando este país. La esperanza del imperialismo era lo que sucedería después de que nos muriéramos los viejos. Pero no se acaba con nosotros: desde hace años, los que dirigen este país nacieron después. Fidel era imprescindible, pero cuando faltó no se acabó la Revolución. Y Fidel era Fidel. Y hemos seguido. Vino Raúl. Ahora viene Díaz-Canel. Y han arreciado el ataque. Han visto este momento de crisis económica como el idóneo para empujar".
Al entrevistador que le comenta sobre su "envidiable salud", Machado Ventura le responde: "Tuve suerte. Eso es genético. La gente me pregunta, ¿tú haces ejercicios? Yo no hago ejercicios. Toda mi familia vive más de 95 años. Mi mamá murió a los cien años, mi abuela a los 99, y la otra abuela igual, a esa edad, mi papá a los 96, y podía haber durado mucho más, no tenía nada, pero se cayó y se fracturó la cadera, y se complicó con una neumonía, cosas que le pasan a los viejos, pero él todavía leía la prensa, estaba al tanto de todo lo que pasaba en Cuba o en Siria…"
"Usted ya tiene 90 años, y una vida intensísima…", insiste el interrogador.
"Eso me ha ayudado… --responde Machado. "Fíjate que yo no pongo el teléfono al lado mío. Lo tengo allá, para tener que pararme cuando suena, así sea 20 veces al día. Ese es el ejercicio que yo hago. Y voy para la oficina y regreso, camino mucho. Yo digo que es genético, pero además, yo no me aburgueso. El problema no es solo físico, es estar claro de la cabeza".
En otro momento de sus declaraciones, el funcionario confiesa al Granma: "¿Sabes lo que quisiera? Durar 200 años, ¿para qué?, para trabajar más. Sí, porque hay gente que quisiera durar más para disfrutar la vida, no, no, yo quisiera vivir más para trabajar más, y ver el desarrollo de esto. Oye, yo cuando estoy un rato aquí y no tengo nada que leer y no recibo una llamada, ni tengo que ir para otro lugar, cuando me siento y estoy 15 minutos sin hacer nada, me siento mal, 'me han olvidado'… ¿Los domingos? No, yo me llevo un montón de papeles para la casa. No puedo pasarme un domingo en la casa sin hacer nada. Hasta el Noticiero lo veo como parte de mi trabajo, de una forma diferente, y después digo: oye, vi esto o aquello; ustedes lo saben, es un defecto, la gente me dice que yo abuso de eso…".
"Yo me voy ya", concluye Machado Ventura, tras afirmar que el sacrificio al que ha sometido a su familia durante las últimas décadas de su carrera "no fue por andar de fiesta, fue por el trabajo".
Entre el legado que deja el funcionario está la lamentable situación de la agricultura y la ganadería cubanas, y su incapacidad para garantizar la alimentación de los cubanos. Apenas el año pasado, de gira por provincias, Machado Ventura hizo unas polémicas declaraciones en las que, tras seis décadas de Revolución, se permitió "descubrir" la crisis ganadera en la isla y llamó a "sacarle jugo al campo".
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