Vídeos relacionados:
La elección como diputado a la Asamblea Nacional del general de división Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, cada vez más alejado del conglomerado militar-empresarial GAESA, obedece a una operación de lavado de imagen del cajero-pagador de la familia Castro Espín, sancionado por Estados Unidos; y a un enroque del cuestionado poder ante el desafío del 15N y los que vendrán.
Díaz-Canel sigue sin dar la talla como primer secretario del gobernante partido comunista y se ha desgastado en tiempo récord ante la mayoría de los cubanos, dolidos por su ilícito llamado a la guerra civil el 11 de julio y molestos porque no rectifica y ya miente con soltura e ira mal contenida.
Lo más leído hoy:
En pocos meses, López-Calleja ha escalado al Buró Político, ascendido a general de división sin haberle tirado un "gollejo" a un chino, asesor de Díaz-Canel y ahora diputado, en una apresurada maniobra que evidenció la desorganización del tardocastrismo, provocó una mentira oficial en Granma y echó por tierra la arenga presidencial por el desprestigiado sistema de Poder Popular; mero instrumento al servicio del poder y enemigo de los ciudadanos.
A priori, López-Calleja no puede ser designado presidente porque incumple el límite legal de 60 años para desempeñar tamaña responsabilidad, un capricho de Raúl Castro que sorprendió a constitucionalistas y juristas cubanos y extranjeros; pero tampoco es un obstáculo insalvable porque "revolución es cambiar todo lo que deba ser cambiado"; especialmente cuando el barco hace agua a babor, estribor, popa y proa.
Para los amantes de las quinielas políticas, en cambio, sí podría ser designado vicepresidente, en sustitución del enfermo e incapaz Salvador Valdés Mesa, porque la ley no prevé límite de edad para ser segundo bate del estado cubano; circunstancia que podría aprovechar el sector civil para forzar la salida del mentecato y servil Manuel Marrero, como primer ministro, apostando por Jorge Luis Tapia para sustituirlo y reequilibrando el tablero de poder.
López-Calleja empieza a quemarse políticamente con mayor exposición pública y solo hay que contemplar su cara de marciano y su manera de sujetar las rosas rojas para apreciar su incomodidad en foros abiertos, como la modesta sala de actos del gobierno de Remedios, donde sus vecinos ni siquiera fueron informados previamente del procedimiento de urgencia.
La parálisis del tardocastrismo, tras el palo del 11J, es tan evidente, que sigue jugando a matar el inning, como hicieron hasta enero de 2020, cuando Joe Biden los dejó con la carabina al hombro porque nunca fue un entusiasta del deshielo y quiere gestos previos y claros de La Habana, sumida en el miedo y la confusión.
El peligro real de un desmoronamiento por explosión popular ha encendido las alarmas en La Rinconada, residencia de Raúl Castro; y sus herederos -groseramente beneficiados materialmente con una piñata escandalosa de mansiones y otras regalías, cuando peor lo están pasando los cubanos- viven desvelados por preservar la fortuna familiar, tarea priorizada de López-Calleja.
"El general sin guerras", como lo llama la vieja guardia del FARINT, es ambicioso y partidario de un arreglo con Estados Unidos, que ponga a salvo su cabeza y los caudales del clan Castro-Espín; pero su exsuegro no se atrevió con Obama ni con Trump, despreciándolos con idéntica pasión suicida y agotó el tiempo y hasta la prórroga; y ya nadie, ni siquiera Washington, puede garantizarles inmunidad.
¿Qué pidió Trump? Libre acceso a Internet para los cubanos, pequeñas y medianas empresas privadas y que, aun siendo todos miembros del partido comunista y/o de la confianza política del poder, los ciudadanos pudieran votar por dos candidatos diferentes para diputados a la Asamblea Nacional en cada circunscripción; peticiones a las que el tardocastrismo respondió con un portazo, aunque luego suavizó el acceso a la red y ahora acaba de aprobar las mipymes.
La elección entre dos candidatos a diputados de partido único tendrá que esperar, como demostró este sábado la apresurada Asamblea Municipal del Poder Popular en Remedios.
Las desventuras de Alex Saab y el "Pollo" Carvajal son claros avisos para López-Calleja y demás testaferros del monopolio Birán, S.A.; uno de los negocios más rentables del siglo XX, que consistió en permutar las acciones de la finca Manacas y servicios añadidos por Cuba entera.
Díaz-Canel goza de inmunidad mientras sea presidente, López-Calleja está a la intemperie, y sus compañeros de juego comienzan a ponerse nerviosos porque nada es más cobarde que el dinero.
Por tanto, no hay que creer a Díaz-Canel y demás burócratas cuando excusan su fracaso en las 243 medidas de Trump, ratificadas por Biden que, de esperanzador pasó a ser un traidor, en ese perenne juego maniqueo de la dictadura más antigua del mundo.
El sicofante Díaz-Canel anuncia que el turismo salvará, en otro enjuague para intentar tapar la desvergüenza atroz de haber proseguido la construcción de hoteles de lujo, con miles de cubanos muriendo de coronavirus, sin oxígeno, sin comida y obligados a ingresos domiciliarios; además de llorar la muerte de tres niñas empobrecidas en La Habana, mientras Mariela Castro acondicionaba una casa en Miramar para alquilarla a extranjeros.
La consolidación en el desgastado poder de López-Calleja solo responde a intereses patrimoniales de Raúl Castro Ruz y sus herederos, sin tener en cuenta la libertad y la prosperidad de Cuba, donde ya no se trata de nombres o perfiles, sino de la necesidad imperiosa de cambiar el sistema de arriba a abajo, como exigen muchos cubanos sensatos y valientes.
Archivado en:
Artículo de opinión: Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de CiberCuba.