Marino Murillo Jorge, jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo, informó este miércoles ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, que en el mercado informal existe actualmente una inflación de 6,900 por ciento, que ha ocasionado un aumento de los costos de la canasta básica de bienes y servicios.
El diputado Murillo Jorge explicó los precios se han ido por encima de lo planificado y la capacidad adquisitiva del salario ha quedado "muy afectada", sobre todo en las poblaciones con menores ingresos; según el medio oficialista Cubadebate.
El análisis expuesto por Murillo sobre la Tarea Ordenamiento, iniciado el pasado primero de enero, tuvo en cuenta el comportamiento de la economía hasta junio y algunos indicadores de agosto. De acuerdo con el funcionario, hasta agosto se habían aprobado 256 decisiones y emitido 171 normas jurídicas, de las cuales se han cumplido 234 y 155, respectivamente.
No obstante, precisó que hay decisiones que se someterán a ajustes debido a problemas en el diseño y en el proceso de implementación de la unificación monetaria y cambiaria y a desviaciones derivadas del difícil contexto que ha atravesado la economía. Sostuvo que medir el resultado de la Tarea Ordenamiento, “no es decir si salió bien, mal o parcial”, porque hay que compararlo con los diseños para “tener una idea más real de cómo han sido las cosas en detalles”.
El diputado puntualizó que el plan de que los precios mayoristas crecieran menos que el nivel de devaluación diseñado se logró, pero que “el problema está en la inflación minorista, no en la mayorista”. Asimismo, dijo que el crecimiento de los precios en las empresas estatales (222% de inflación) está por debajo del diseño.
“La inflación que se ha producido mayorista en el sector empresarial le viene dando una rentabilidad del 11% y la de la inversión extranjera un 28% de rentabilidad”, agregó.
Sin embargo, la dinámica del mercado informal o mercado negro, con una inflación de 6 900 por ciento, influye tanto en el minorista como en el mayorista. “Es un tema que hay que administrar. Imagínense que un actor económico que logre materias primas en el ambiente de las empresas estatales y forme precios en el ambiente de 1x70, sin ser muy eficientes, va a tener grandes utilidades. Esto tributa a procesos inflacionarios en el futuro”, destacó.
“El objetivo estratégico de la tarea ordenamiento era que las producciones nacionales fueran más baratas que las importaciones. Pero si se forma precio de 1x70 sí serían más caras las producciones nacionales”, añadió.
Acerca de las medidas para resolver esta problemática, Murillo anunció que se está trabajando en el Ministerio de Finanzas y Precios para crear una política de precios mayoristas que permita administrar los diferentes tipos de cambio en la economía.
Por otra parte, reconoció que si bien la inflación minorista se comporta según lo diseñado, que era un 60 por ciento, todavía eso no concuerda con la gente está viviendo. "La gente está viviendo precios siete, 10 veces más grandes”, admitió. Según el exministro, los precios de los servicios de transporte y vivienda y de los alimentos muestran crecimientos muy superiores al 60 por ciento diseñado.
Es en La Habana donde la canasta de bienes y servicios de referencia registra su costo más alto, con 3 250 pesos, cuando se esperaba que su valor fuera de 1 528 pesos. Mientras en las provincias orientales la situación no es muy distinta, en las mismas se calcula que el costo de la canasta llega hasta 3,057 pesos. “El costo de la canasta viene subiendo mes a mes y no se ha logrado detener”, señaló.
Actualmente, el salario medio en Cuba está en 3,838 pesos (CUP), que en el mercado informal equivaldrían a unos 57 dólares, por lo cual su capacidad adquisitiva real es sumamente baja.
Acerca de las medidas que el Estado cubano ha tomado para contrarrestar la inflación, según Cubadebate, se encuentran las ventas de garaje, entre otros, pero que las mismas no han tenido los resultado previstos.
Marino Murillo también advirtió que hay un déficit de oferta de unos 60 000 millones en la circulación mercantil minorista, que es lo que ha disparado los precios en el mercado informal y, por ende, el crecimiento del coste de la canasta de bienes y servicios.
“Cuando sobra dinero en la economía casi siempre hay inflación, y lo primero que hay que hacer es a través de políticas fiscales controlar el dinero que hay en la economía. Si queremos que haya equilibrio monetario el Estado tiene que recoger el 92 por ciento de los ingresos de la población y el ocho por ciento se mueve entre personas. ¿Qué es lo que más influye en esa capacidad de absorción? Las ventas minoristas estatales. A las formas no estatales que venden el Estado les recoge los impuestos”, argumentó.
No obstante, hasta ahora, el Estado sólo está recogiendo un 67.3 por ciento de los ingresos. “Si no se está recogiendo todo el dinero que estaba previsto tenemos otro fenómeno: la población está acumulando más dinero de lo que debía tener o se lo está gastando en otra cosa. Vamos a tener más dinero en la población de lo que estaba previsto. Pero ese dinero está polarizado. Hay un grupo de gente con mucho dinero”, dijo.
Debido a esta recaudación deficiente, se espera que el próximo año el efectivo en manos de la población sea superior a lo diseñado, con ingresos polarizados.
De igual forma, Murillo mostró preocupación sobre los efectos de la dolarización parcial de la economía y señaló que se ha incrementado la inconvertibilidad de la moneda. “Si queremos batallar contra la inflación habrá que ver cómo todos estos desequilibrios se van armonizando”.
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