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El Valle de Viñales, en la provincia de Pinar del Río, ha sido declarado el primer Geoparque de Cuba por su importancia geológica para el país, informó el gobierno de la isla.
La decisión se tomó por acuerdo del Consejo de Ministros de Cuba, y destaca que en este parque, donde se encuentra el Valle de Viñales, Monumento Nacional y Paisaje Cultural de la Humanidad, han sido identificados 57 geositios, entre ellos diez que tienen interés internacional, 23 de interés nacional, 18 regional y seis de relevancia local.
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El doctor en Ciencias Enrique Castellanos Abella, director de Geología del Ministerio de Energía y Minas, explicó al diario Granma que un geoparque define una zona geográfica única y unificada, en la que se gestionan sitios y paisajes de importancia geológica, con un concepto holístico de protección, educación y desarrollo sostenible.
En ella también se utiliza el patrimonio geológico en conexión con los demás aspectos del patrimonio natural y cultural existente, puntualizó.
Castellanos Abella explicó al rotativo que la condición de Geoparque garantizará un manejo ambiental apropiado de las riquezas naturales del territorio, además de impactar de manera favorable en el desarrollo socioeconómico local.
Entre los valores más importantes de Viñales están el relieve kárstico, de mogotes (exclusivo en Cuba), y una amplia zona de cuevas y sistemas cavernarios con una longitud total en galerías cartografiadas que supera los 300 kilómetros.
Entre ellas se encuentra la Gran Caverna de Santo Tomás, una de las más grandes de América Latina, con siete niveles de galerías y 46 kilómetros; el sistema Palmarito, más de 50 kilómetros de galerías, y Constantino, más de 20 kilómetros, destacó el portal oficialista Cubadebate.
En los últimos años especialistas del Parque Nacional de Viñales iniciaron un trabajo para sensibilizar a los pobladores del lugar con el cuidado y preservación del entorno.
El lugar, que ostenta la condición de Patrimonio Natural de la UNESCO, recibió entre 2018 y 2020 una afluencia desmedida de turistas, sin que estuviese creada la infraestructura necesaria para ello. Esto provocó un aumento de construcciones que no siempre cumplen las reglas urbanísticas, así como de actividades asociadas a los servicios de atención al cliente.
Especialistas cubanos de la esfera del medio ambiente han mostrado su preocupación por la falta de control en estos hechos, que suponen una amenaza al paisaje tanto natural como arquitectónico del lugar, así como a la cultura de la región.
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