El activista de la plataforma Archipiélago, Gabriel Jarquin Velásquez, denunció el acoso que sufren él y sus allegados por parte de la Seguridad del Estado que, a través de amenazas, busca impedir que se manifieste en la Marcha Cívica por el Cambio convocada para el 15N en Cuba.
“Anoche hicieron llegar a la casa de mi novia una citación, ordenándole que se presentara en la estación de Zapata y C, Plaza de la Revolución”, denunció Jarquin a través de una publicación de Facebook en la que ofreció detalles de la represión que ejerce el régimen contra ellos.
En un post titulado “La dictadura desesperada y acorralada”, el joven activista relató de manera pormenorizada los hechos que rodean a la citación recibida por su novia, a la que define como una profesional que no expresa públicamente sus opiniones políticas.
“Lea no es ninguna delincuente, ella es Arquitecta, diseñadora e ilustradora y ni siquiera se manifiesta en contra de esta DICTADURA. Entonces, ¿por qué citan a Lea? Su delito es ser mi novia, quererme, el amor. Mi ‘delito’ es defender los derechos ciudadanos, constitucionales y humanos que nos pertenecen a TODOS”, indicó el joven activista de Archipiélago.
A pesar de su insistencia para que no asistiera, finalmente la novia decidió que iría a la citación para que dejen de acosar a su hermano. El joven activista explicó a su pareja que la citación es ilegal, pues tal y como aprendió de los consejos de la organización Cubalex, el documento no tiene validez al “no estar debidamente firmada”.
“Dicho documento es inválido solo por el hecho de no estar firmado con los apellidos de quien la emite. Otro de los motivos de su invalidez, es que ‘entrevista’ no es un motivo legal para citar a ningún ciudadano, y por si esto fuera poco, ella pudiera no darse por enterada, pues [la citación] fue entregada a su hermano mientras no estaba en la casa, y él se negó a firmar un acuse de recibo por la dichosa citación”, detalló el joven.
Ni la policía, ni la Seguridad del Estado pueden citarte para "bajarte muela", aseguró el joven, explicando que si se trata de un “interrogatorio”, el citado tiene derecho a permanecer en silencio y no responder a ninguna pregunta, “porque nadie está obligado a declarar en contra suya, ni de su cónyuge o familia”. Además de que en un interrogatorio, el citado tiene derecho de asistir con un abogado, como estipula el derecho constitucional al debido proceso.
“Por otro lado, amo a Lea con todas mis fuerzas. Me iré de su lado hasta que las circunstancias cambien. No quiero que le pase nada por mi culpa, ni a ella ni a su familia. Esto no significa que deje de amarle, simplemente es el sacrificio que debo hacer. Los tiempos difíciles necesitan cambios difíciles. Esta pesadilla acabará pronto porque si la dictadura teme a una manifestación pacífica y justa es que está acorralada y desesperada”, indicó Jarquin.
Avisando al régimen cubano que el pueblo se cansó de la dictadura, el joven le recordó que “la gran parte de los que se manifiestan en calles, muros, memes, estados, colas, paradas, guaguas, historias de facebook o WhatsApp, grupos de redes sociales, comentarios en el mundo virtual y en el físico, al final son EL PUEBLO”.
“Soy activista del grupo Archipiélago e integrante del Somos 27N, participé en las iniciativas ciudadanas de escribir a la Asamblea Nacional del Poder Popular en contra del decreto 35. Di mi nombre y apellidos, carnet de identidad para la recogida de Firmas para la marcha del 15 de Noviembre pero sobre todo, le digo las verdades en la cara a la DICTADURA en cualquiera de mis redes sociales. (No uso cuentas falsas)”, aseguró el joven activista.
Para Jarquin, “la estrategia de la (in) Seguridad del Estado es crear temor y rechazo en mis amigos, familia y seres queridos… Quieren desmoralizar, asfixiar, aislar, quebrar psicológicamente, manipular al pueblo para que nos desprecie, nos repriman por ellos, nos delaten y nos dejen morir en sus prisiones. ¡PERO no pueden atacar A TODO EL PUEBLO! (no cabemos todos en la prisión)”.
“Llevo ya 8 meses viviendo de casa en casa, sin libreta de abastecimiento, ni domicilio. Ese ha sido el precio a pagar por mi libertad y con gusto lo seguiré haciendo, nadie me va a callar, ni preso, ni con hambre. Mátenme si quieren, así es como único se libran de mí. Mi padre fue guerrillero del FSLN en Nicaragua y por parte de madre algún mambí hubo. Yo no voy a tirar un tiro, ni a dar un golpe, ya está bueno de matarnos unos a otros por gusto”, concluyó Jarquin reafirmando su determinación de marchar el 15N; una decisión que le ha costado separarse de su novia para no perjudicarla.
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