El dramaturgo cubano Yunior García Aguilera reafirmó el carácter pacífico de la Marcha Cívica por el Cambio del 15N en Cuba y declaró que el objetivo de la misma es denunciar y pedir el cese de la violencia que ejerce el régimen cubano contra la sociedad civil.
"Nuestro objetivo es marchar contra la violencia y la liberación de los presos, y no queremos más presos", declaró este martes García Aguilera en una entrevista concedida vía teléfonica a la agencia de noticias Efe.
A falta de cinco días para la celebración de la Marcha, el rostro más visible de la plataforma Archipiélago anunció que los organizadores estudian cómo minimizar los riesgos de violencia y eventual represión ese día "sin renunciar" a su derecho a manifestarse. Las decisiones al respecto se harán públicas "cuando pueda comunicarse con el resto del grupo", precisó.
La propuesta se mantiene intacta, indicó el joven dramaturgo, pero estudian cómo y dónde porque no quieren "lanzar a los jóvenes a una represión asegurada". A medida que se acerca la fecha de la convocatoria, el nerviosismo del régimen cubano aumenta, según muestran los mensajes cada vez más violentos y amenazantes que lanzan a través de los medios de comunicación que controlan, y la movilización de sus bandas paramilitares.
En ese sentido, García Aguilera manifestó la preocupación que generan las imágenes que circulan por las redes sociales de brigadas de respuesta rápida, armadas con porras y fusiles AKM en simulacros de ataques a manifestantes. Por este motivo, Archipiélago envió una carta a la comunidad internacional y a la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michele Bachelet, solicitando el apoyo, la vigilancia y la solidaridad con la sociedad civil.
Utilizando todo el aparato propagandístico que dispone y los medios de comunicación públicos que monopoliza, el régimen cubano ha emprendido una campaña para desinformar a la población de los objetivos verdaderos de la marcha y tildar a sus convocantes de “mercenarios” y “traidores”, entre otras difamaciones.
Basándose en esas excusas pueriles, que solo digieren aquellos que conservan intacto el adoctrinamiento de seis décadas en sus mentes, el régimen totalitario cubano ha movilizado a los funcionarios de todas las instituciones, incluidos los de justicia, quienes declararon “ilegal e ilegítima” la Marcha, por considerarla "una provocación" enmarcada en la estrategia de "cambio de régimen" para Cuba "ensayada en otros países".
La represión desatada tras las históricas protestas del 11J y la utilización descarada de la Fiscalía para amedrentar a la población con el rosario de elevadas penas que reserva a los manifestantes de ese día, que van desde los 10 hasta los 30 años de prisión, sumado al acoso e intimidación que ejerce la Seguridad del Estado, indican que el régimen cubano está dispuesto a utilizar todos los medios a su alcance para coaccionar y reprimir a quienes desean marchar pacíficamente el 15N.
Por este motivo, García Aguilera siente una enorme responsabilidad por la seguridad y la integridad física de los activistas cubanos y sociedad civil en general que decidan salir a la calle el próximo lunes a manifestarse en contra de la violencia y por la liberación de los presos políticos, cuyo número se eleva a miles luego de las detenciones practicadas por los represores tras las protestas del 11J.
Ante la voluntad manifiesta de Archipiélago de seguir adelante con la convocatoria, la Fiscalía advirtió con procesar penalmente a los organizadores. García Aguilera se siente "responsable" por esos jóvenes dispuestos a salir a la calle, sus madres, sus familiares y amigos. Por ello, dijo, saldrán a defender su derecho "sin poner en riesgo a la gente".
Mientras acusan a los promotores de la marcha pacífica de ser "cabecillas contrarrevolucionarios" pagados y a la orden de instituciones y congresistas de Estados Unidos, que solo buscan un "cambio de régimen" y una "intervención militar", las autoridades del régimen hacen públicas sin pudor alguno sus intenciones de sofocar las demandas de la sociedad civil mediante el empleo de la violencia.
Monopolizando la violencia a través de un hipertrofiado aparato represivo bajo su control, la cúpula del poder que ha capturado al Estado y sus instituciones, pretende erigirse en guardianes de una soberanía que da la espalda a los ciudadanos y sus problemas, y garantiza su propósito de perpetuarse en el poder.
Como ejemplo de ese control absoluto que ejerce el régimen, que también monopoliza la economía dolarizada y las comunicaciones, García Aguilera mostró a Efe cómo la compañía ETECSA ya le ha cortado los servicios de internet y telefonía fija en su casa, en lo que considera un intento de silenciar sus reivindicaciones; algo difícil de conseguir, según parece, en quien ha declarado que "los cubanos hemos pasado demasiado tiempo en silencio... y es hora de abrir la boca con libertad y decir lo que pensamos”.
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