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Los gobiernos de Cuba y China firmaron el fin de semana un Plan de Cooperación bilateral para el desarrollo de la Nueva Ruta de la Seda.
La Iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda es un megaproyecto del Gobierno chino que se inició en 2013 y está dirigido a la creación de una extensa red de infraestructuras y a fortalecer su cooperación internacional.
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El Estado cubano busca fortalecer su alianza con el gigante asiático para la recuperación económica de la isla en medio de la actual crisis energética, social y política que atraviesa el país.
El acuerdo fue firmado oficialmente el 24 de diciembre por el viceprimer ministro cubano, Ricardo Cabrisas y el director de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CNDR) He Lifeng.
Se trata del mecanismo de aprobación de las acciones correspondientes al Memorando de Entendimiento suscrito entre los gobiernos de Cuba y China en 2018 a fin de la inserción de la isla en la Iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda.
China sería el socio estratégico en los objetivos de desarrollo económico y social de Cuba a corto, mediano y largo plazos. Se pretende con esta alianza fortalecer sectores priorizados para la isla como son el desarrollo de infraestructuras, educación, cultura, salud y biotecnología, comunicaciones, ciencia y tecnología, turismo, entre otros.
La firma de este documento marca el inicio de las acciones entre ambas partes para la inserción efectiva de Cuba en la Iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda.
A pesar de que Cuba se unió al megaproyecto en 2018 a través del memorando, es ahora cuando se concretan las acciones a desarrollar con un calendario preciso.
Justo el 24 de diciembre el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel, recorrió varios objetivos de inversión que se desarrollan en La Habana con empresas chinas. La primera parada fue en la Empresa Gráfica Habana, uno de los principales centros creadores de propaganda del régimen.
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