La activista y enfermera cubana Welsy Cruz, detenida este martes por apoyar a los familiares de los presos políticos del 11J en Holguín, aseguró que la Seguridad del Estado (SE) no logrará cambiar su manera de pensar y manifestó el deseo de una transformación total en la isla.
"Yo no soy una terrorista, simplemente quiero un cambio. Sigo con mis ideales, mis pensamientos nadie los va a cambiar, no me voy a retractar de lo que he dicho", dijo a través de una directa en Facebook poco después de ser liberada.
Cruz intentó llegar este martes a la sede del Tribunal donde enjuiciaban a un grupo de manifestantes del 11J y dos oficiales de la policía política la detuvieron en la vía pública, porque al no ser familiar tenía prohibida la permanencia en el lugar.
La llevaron a la sede de Instrucción Penal de la unidad conocida como El Anillo, donde aseguró que los oficiales de la SE que la entrevistaron no fueron violentos o agresivos con ella, ni recibió maltratos físicos, aunque sí escuchó a una de las gemelas de la familia Miranda Leyva (igualmente detenidas) gritar que un oficial la golpeó, algo que negaron las autoridades y de lo cual ella dice no tener pruebas porque se encontraban en vehículos diferentes.
En el interrogatorio la Seguridad del Estado le reiteró a la activista que no podía participar en los juicios porque no era familiar de ninguno de los acusados y se decidió que el proceso legal sería a puertas cerradas, por tanto, estaría incurriendo en un presunto delito.
Los oficiales mantuvieron a Cruz durante horas en una oficina, presumiblemente hasta que se acabaran los juicios y pasado un tiempo la dejaron ir.
Durante el interrogatorio, la enfermera le dijo a una de las oficiales del Ministerio del Interior que en Cuba hay una dictadura, afirmación que la funcionaria no negó. "Me dijo que era verdad, y que en todos los gobierno había una dictadura", comentó Cruz con asombro.
En otro momento del interrogatorio, los oficiales le repitieron que las calles "eran de los revolucionarios", algo que Cruz reprochó con ironía.
"Eso es verdad, las calles son de los revolucionarios y por eso no hay ninguna donde vivo, porque yo soy una gusana", comentó.
Por último mostró apoyo para todas las familias de cubanos que deben cumplir largas condenas de cárcel por pensar diferente y protestar el 11J.
"Saben que quise estar ahí, apoyarlos. Sabía que no podía entrar al Tribunal, pero quería estar afuera, pero no me dejaron", lamentó.
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