Los cubanos padecerán otro semestre de escasez de medicamentos porque el gobierno carece del dinero necesario para comprar materias primas o importarlos, reconoció el doctor Eduardo Martínez Díaz, presidente de BioCubaFarma, que sigue pendiente del cobro de vacunas contra el coronavirus vendidas a varios países.
La escasez de medicamentos obedece a la falta del financiamiento necesario para poder comprar materias primas e insumos y a roturas, algunas ya solventadas, en la industria local, dijo Martínez al periódico estatal Granma, tras reconocer que en 2021 se agravó la crisis de las medicinas en Cuba.
"La mitad del financiamiento disponible el pasado año se utilizó en el desarrollo y producción de las vacunas contra la COVID-19, y de fármacos comprendidos en el protocolo de tratamiento de esta enfermedad", aseguró el presidente de BioCubaFarma, que el año pasado solo pudo disponer de la mitad del presupuesto previsto para importar materias primas de los medicamentos del llamado cuadro básico, unos 80 millones de dólares norteamericanos.
Si Cuba tuviera que importar los productos que la empresa suministra al estado, tendría que desembolsar más de mil millones de dólares norteamericanos, mientras que la producción de BioCubaFarma gasta alrededor de 160 millones, precisó Martínez.
Con ese dinero, la empresa garantiza al estado cubano 359 medicamentos básicos mensuales, pero el año pasado solo pudo entregar 238; aunque en el colirio Timolol al 0,5%, BioCubaFarma sobrecumplió con 1,278,500 dosis anuales, por encima de la demanda nacional, siempre según Martínez.
En el último trimestre del año pasado, la empresa vendió vacunas cubanas contra la COVID-19 a varios países, pero aún no las ha cobrado por la negativa de bancos internacionales a trabajar con Cuba, temiendo sanciones del embargo norteamericano. Así, se acumula un importe a cobrar, que el presidente de BioCubaFarma no precisó, pero que provocó un incremento de las deudas con proveedores internacionales de materias primas e insumos médicos.
"Aun teniendo el financiamiento, en múltiples ocasiones proveedores han declinado suministrarnos los materiales. Tenemos pruebas de lo que estamos diciendo", subrayó Martínez, sin aportarlas.
La escasez mundial de medicamentos, como las vitaminas, materias primas e insumos y retrasos en la logística también han repercutido negativamente en la industria farmacéutica cubana, según su principal responsable, que lamentó la existencia de cargas depositadas en diferentes puertos a la espera de ser transportadas a Cuba.
A partir de junio podría mejorar el abastecimiento de medicamentos y de otros productos en Cuba, sobre todo, los de mayor prioridad, calculó Martínez, basándose en que para paliar antes la escasez de medicinas, ya debían contar con materia prima en sus almacenes o navegando hacia la isla, circunstancias que no están ocurriendo, aclaró.
En enero, BioCubaFarma incumplió su producción en 136 medicamentos, pese a la adopción, hace tres años, de un nuevo sistema de prioridades productivas, que divide las medicinas en tres grandes grupos, en colaboración con el Ministerio de Salud Pública.
En el primer mes del año, los cubanos han sufrido la carencia de 88 medicamentos, catalogados como Prioridad 1, aunque a partir de febrero, habrá una recuperación parcial, excepto en siete medicinas, por falta de dinero para comprarlas y de proveedores, en dos casos, detalló Martínez, pero sin identificar cuáles podrían llegar a las farmacias y cuáles seguirán escaseando.
Del grupo de medicamentos Prioridad 1, 63 están racionados por la llamada tarjeta de control, y de esos, faltan 23; aunque la mayoría está pendiente del arribo de las materias primas a Cuba. Uno de esos medicamentos no se puede producir por una rotura industrial y otro seguirá ausente de las farmacias por falta de dinero, pero el presidente de BioCubaFarma tampoco los identificó.
De 12 medicamentos prioritarios dentro del catalogado grupo Prioridad 1, cuya escasez afecta a más de cinco millones de cubanos, tres siguen ausentes de las farmacias; aunque todos tienen financiadas la compra de materia prima, pendientes aún de llegar a la isla, especificó Martínez, obviando identificarlos.
Del Enalapril no se pudieron entregar los 42 millones de tabletas que se necesitan en el país para cubrir la demanda de un mes, quedando parcialmente desabastecidas dos provincias, tampoco identificadas. Este fármaco utiliza más de 15 componentes para su fabricación, y la causa por la cual no se produjo toda la cantidad necesaria fue por no contar con el material de envase primario, explicó el alto funcionario.
De 110 medicamentos para pacientes graves, Cuba carece de 19. En febrero rebajarán el déficit en cuatro, otros 13 cuentan con materias primas pendientes de llegada y dos no se han podido financiar; que tampoco Martínez identificó.
El presidente de BioCubaFarma aludió a la venta ilegal de medicamentos, que irrita a los cubanos, y avanzó que deben resolverlo entre todos, como ha pedido el presidente Miguel Díaz-Canel.
Además de apelar a la conciencia y responsabilidad de los trabajadores, BioCubaFarma ha instalado circuitos cerrados de televisión en todas sus fábricas para supervisar las buenas prácticas industriales y evitar el robo, aseveró Martínez.
En diciembre, el gobierno cubano prorrogó, por seis meses más, la libre importación de comida, medicamentos y aseo, ante el recrudecimiento de la crisis económica y como continuidad a una medida similar, aplicada tras la rebelión popular del 11J.
En paralelo, han surgido iniciativas de la sociedad civil y de cubanos, creando grupos de ayuda mutua para socorrerse en materia de salud pública, ante el desplome del sistema estatal, que sigue provocando quejas y criticas de los ciudadanos, al sentirse desamparados.
En agosto, BioCubaFarma reconoció que la escasez de medicamentos no iba a resolverse a corto plazo y admitió que el 30% de las llamadas medicinas básicas faltaba en las farmacias y hospitales cubanos.
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