Lejos de allanar el camino a la diplomacia, el presidente ruso Vladimir Putin añadió este lunes combustible al conflicto con Ucrania al reconocer oficialmente la soberanía de Donetsk y Lugansk, las dos regiones separatistas al este del territorio ucraniano.
En un comunicado, el Kremlin reveló que Putin notificó al presidente francés Emmanuel Macron y al canciller alemán Olaf Scholz su decisión de firmar un decreto que reconozca las Repúblicas Populares de Donetsk (DPR) y Lugansk (LPR) “en un futuro próximo”. Según funcionarios rusos, tanto Macron como Scholz “expresaron su decepción con este desarrollo”.
“Si hay anexión, habrá sanciones. Y si hay reconocimiento, yo pondré las sanciones encima de la mesa y los ministros decidirán”, dijo este lunes el jefe de la diplomacia europea Josep Borrell, instando al Kremlin a no tomar la decisión anunciada, que podría ser el desencadenante de la anexión de la DPR y la LPR por parte de Rusia.
El anuncio del Kremlin ha vuelto a movilizar a los líderes europeos. El presidente francés dijo que organizará una reunión de seguridad de emergencia para analizar la nueva declaración de Moscú, según Russia Today.
Tras el comunicado del Kremlin, el presidente ruso compareció ante la nación en una emisión televisada en la que dijo que Rusia reconocerá la independencia de las dos regiones escindidas de Ucrania.
En su alocución a la nación, el presidente ruso agitó el discurso nacionalista extremo según el cual la moderna Ucrania es una creación de la Rusia comunista que les ha robado gas en el pasado y usa la energía para chantajear a Moscú.
Sobre el ingreso de esta nación soberana en la OTAN, Putin dijo que es una amenaza directa para Rusia. El despliegue de infraestructura de esta organización en suelo ucraniano, todavía más. En ese sentido dijo que la presencia de armas nucleares en Ucrania equivale a preparativos para un ataque a Rusia, aunque de momento no existen pruebas de tal despliegue.
En función de ello, el mandatario ruso alegó que le asiste el derecho a proteger su seguridad y a tomar medidas en represalia, algo que dijo estar dispuesto a hacer si Ucrania seguía comportándose como una colonia de Estados Unidos con un régimen títere.
El reconocimiento de las dos repúblicas formó parte de las peticiones que Denis Pushilin y Leonid Pasechnik, los líderes de la DPR y la LPR, respectivamente, hicieron llegar este lunes a Moscú. Las solicitudes fueron consideradas por Putin, quien presidió una reunión televisada del Consejo de Seguridad de Rusia, en la que altos funcionarios le instaron a otorgar el reconocimiento a ambas regiones.
Separadas de Kiev en 2014 tras las protestas de Maidan que derrocaron al presidente prorruso Víktor Yanukóvich -conocidas también como la Revolución de la Dignidad-, la DPR y la LPR consiguieron un status legal especial tras la firma del Protocolo de Minsk que trajo un alto al fuego en la guerra del Donbass, el cual -lejos de haber sido definitivo- ha mantenido a la región bajo la presión de una guerra híbrida, alimentada por los separatistas apoyados por Rusia, incluso hasta con el envío de mercenarios.
Las fricciones en torno al cumplimiento de lo firmado en Minsk se han mantenido a lo largo de estos años, en los que Rusia recrimina a Ucrania no haber otorgado el estatus especial que se acordó para Donetsk y Lugansk.
La semana pasada, los legisladores de la Duma Estatal de Rusia respaldaron una moción que pedía al Kremlin que reconociera la soberanía de la DPR y la LPR. La propuesta, presentada por el Partido Comunista, fue apoyada por 351 diputados, con solo 16 legisladores oponiéndose a la medida.
Mientras tanto, fuerzas nucleares estratégicas de Rusia realizaron ejercicios supervisados por Putin el sábado pasado y Washington acusó a las tropas rusas concentradas cerca de la frontera de Ucrania de avanzar y estar "preparadas para atacar".
Con el aumento de los temores occidentales de una guerra, los ministros de Relaciones Exteriores del grupo G7 de naciones ricas dijeron que no habían visto evidencia de que Rusia esté reduciendo su actividad militar en el área y seguían "gravemente preocupados" por la situación.
Además, Rusia extendió los ejercicios militares en Bielorrusia que debían finalizar este domingo, lo que se sumó a las crecientes tensiones a medida que imágenes de satélite parecían mostrar nuevos despliegues de tropas rusas cerca de Ucrania.
Por su parte, tras conocerse estos hechos, la Casa Blanca dijo que el presidente Joe Biden cancelaría un viaje a Delaware y permanecería en Washington, luego de una reunión de dos horas de su Consejo de Seguridad Nacional.
En medio del aumento de la tensión, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, se reunió con el viceprimer ministro de Rusia, Yuri Borisov, para "profundizar los lazos" y explorar las posibilidades de colaboración en materia de transporte, energía, industria y banca.
A mediados de enero, el vicecanciller ruso, Serguei Riabkov, advirtió que no descartaba un despliegue militar ruso en Cuba y Venezuela si aumentaban las tensiones con Estados Unidos por el tema de Ucrania.
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