"Condenamos la condena y sentencia por motivos políticos de las autoridades rusas del líder de la oposición Alexei Navalny por cargos falsos que le adicionan nueve años más en una prisión de alta seguridad", sostuvo el Departamento de Estado de Estados Unidos en un comunicado este martes.
En un juicio realizado en una sala de la prisión de máxima seguridad en la que se encuentra, Navalny fue sentenciado esta semana a nueve años de privación de libertad, por supuestamente estafar a seguidores suyos.
"Navalny cometió fraude, es decir, el robo de bienes ajenos mediante engaño de otras personas y abuso de confianza por parte de un grupo organizado", señaló la jueza Margarita Kotova, desde el tribunal de Lefortovo, en Moscú, durante la lectura del veredicto.
El opositor ya se encontraba encarcelado por desacato y cumplía una pena de dos años. Sin embargo, tras este nuevo juicio, en el contexto de la invasión de Rusia a Ucrania, bajo el mando del presidente Vladimir Putin, su situación se complica.
"Por supuesto, el verdadero crimen de Navalny a los ojos del Kremlin es su trabajo como activista anticorrupción y político de la oposición, por lo que él y sus asociados han sido tildados de 'extremistas' por las autoridades rusas", acotó el Departamento de Estado.
"A pesar de su envenenamiento casi fatal con un agente nervioso en 2020 por parte de los servicios de seguridad de Rusia y su encarcelamiento injusto desde enero de 2020, Navalny ha seguido hablando en contra de la supresión de la libertad de expresión en Rusia por parte del Kremlin y las crecientes restricciones a los ciudadanos rusos para acceder a la información y comunicarse libremente", agregó el comunicado.
Para el gobierno de Estados Unidos, esta nueva sentencia a Navalny forma parte de una campaña del régimen ruso para "ocultar la verdad de su brutal guerra contra Ucrania a su propio pueblo", y refirió que más de 15,000 rusos han sido detenidos por participar en protestas contra la guerra.
"La autoridad de comunicaciones de Rusia bloqueó el acceso a casi todos los medios de comunicación independientes y varias plataformas de redes sociales, y amenazó a periodistas y ciudadanos comunes con penas de prisión si se atreven a hablar de la guerra contra Ucrania usando cualquier cosa que no sean eufemismos aprobados por el Kremlin", precisó.
Asimismo, Estados Unidos instó a Rusia a "liberar de inmediato e incondicionalmente" al líder opositor y poner fin a la campaña en su contra. "Lamentablemente, el caso de Navalny es uno de muchos que el Kremlin continúa persiguiendo descaradamente, ya que ignora sistemáticamente los derechos constitucionales del pueblo ruso y sus compromisos internacionales de respetar y garantizar los derechos humanos y las libertades fundamentales", expresó.
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